¿Fue éste?

Según rumores sin confirmar, el policía que liberó al presunto jefe de la banda que asaltó el chalet de José Luis Moreno fue el mismo que aparece como militar romano en esta célebre escena...
Sin embargo, por desgracia el prisionero no era el mismo que en este fragmento de La vida de Brian, porque no rectificó su broma, insistió en que lo suyo era libertad y hoy está suelto... 

¿Y qué quieren? Mejor que me lo tome a guasa, porque si se para uno a pensarlo en serio, es para deprimirse. 

A ver, mi dedicación profesional no guarda relación con el Derecho penitenciario, pero por lo poco que yo sé, la puesta en libertad de una persona que está en prisión, incluso cuando es procedente ponerle en libertad -que en este caso no lo era-, no la hace nunca el policía que está con él en ese momento, quitándole las esposas y dándole una palmadita en el hombro. Un agente no suelta a un recluso por el mero hecho de que el acusado se lo diga o incluso porque le enseñe un papel que le han dado en el Juzgado.

Cuando un interno sale de una cárcel a declarar ante el juez, lo hace esposado y custodiado por las fuerzas y cuerpos de seguridad, que en todo caso tienen la responsabilidad de reintegrarle después a la misma prisión de donde salió. Dicte el juez la orden que dicte, incluso si ésta es de libertad, creo no equivocarme al afirmar que el preso vuelve siempre al punto de partida. Allí se entrega a los responsables del centro penitenciario esa orden judicial, éstos la examinan, comprueban cuál es la situación del interno (si tiene más procesos o condenas pendientes, por ejemplo, que es un detalle de suma importancia) y, si procede, le pondrán oficialmente en libertad. 

El artículo 22 del Reglamento Penitenciario dice que "recibido en el centro el mandamiento de libertad, el director o quien reglamentariamente le sustituya dará orden escrita y firmada al jefe de servicios para que sea cumplimentada por funcionarios a sus órdenes" y muy claramente preceptúa que "antes de que el director extienda la orden de libertad (...), el funcionario encargado de la Oficina de Régimen procederá a realizar una completa revisión del expediente personal del interno, a fin de comprobar que procede su libertad por no estar sujeto a otras responsabilidades". 

Y, en cumplimiento de ese mismo precepto del Reglamento Penitenciario, la puesta en libertad se hace, además, de manera documentada y siguiendo el procedimiento establecido: la citada orden por escrito del director, la comprobación de datos personales y huellas dactilares de la persona a la que se va a liberar, la devolución de sus pertenencias personales y la liquidación y entrega de su peculio de recluso, el acompañamiento hasta la puerta del centro, la diligencia extendida en su expediente personal, la certificación remitida luego a la autoridad judicial... No se hace de palabra en la calle diciéndole "hala, salao, te puedes marchar cuando quieras".

La cosa no consiste en que el juez entregue al propio preso o a los agentes que le custodian un auto de puesta en libertad (siempre referida exclusivamente a la causa que él instruye, que la situación exacta de las demás no necesariamente la conoce ni tiene por qué conocerla) y los mismos policías que le han llevado al Juzgado le digan: "Bueno, majete, pues no hace falta ni que recojas tus pertenencias en la cárcel, te puedes ir desde aquí... ¿o te viene mejor que te acerquemos a algún sitio? Ah, no te olvides de que el juez te ha dicho que vuelvas dentro de quince días, ¿eh?", mientras el preso asiente conteniendo las lágrimas de la risa.

En fin, que el presunto capo Astrit Bushi debió de empezar a correr como una centella en cuanto dobló la primera esquina, antes de que se dieran cuenta de tan monumental error. Todavía a estas alturas no se lo creerá. Pero los ciudadanos tenemos motivos para indignarnos con este espectáculo lamentable que ha puesto en la calle a una persona que, muy probablemente, sea un peligrosísimo delincuente.

11 comentarios:

AleMamá dijo...

Gracias por tus palabras en mi sitio. Parece que al mundo sudaca nos han tocado, jeje

Saludos

Anónimo dijo...

creo que este poli? hace un tiempo estaba custodiando droga en sevilla y le cambiaron 110kg de droga por harina y otros polvos.
porque espero que fuese el mismo y no haya mas.

Leonor dijo...

Hola, Carlos:
Cuando me enteré de la noticia no daba crédito a lo que veía y oía. Ahora lo que todos sabemos, a pasarse la patata caliente unos a otros...
como tú bien dices, mejor tomarselo a guasa, porque corremos el riesgo de pillar una depresión de aquí te espero. En fin, esto es España, donde políticos listillos regalan dinero a los bancos, alcaldes corruptos que hacen y deshacen sin que nadie objete nada, asesinos y delincuentes que matan y roban y todo lo que les plazca sin que la justicia caiga sobre ellos...
Gracias por pasarte por mi blog, vuestros comentarios ayudan a seguir adelante en este camino que me he propuesto, que es intentar poner voz a los silenciados ;D.
Un abrazo.

Fernando Solera dijo...

No me extraña que tú, como buen abogado que eres, te hayas sentido escandalizado por semejante chapuza. Gracias por ayudarnos a entender un poco más el complejo mundo jurídico.

Por cierto, ¿alguien ha pensado en la posibilidad de que no haya sido un error?. Yo no descarto del todo que aunque parezca un error en realidad lo hayan dejado escapar por algún motivo inconfesable.

Jose Manuel Solera dijo...

Cuando vi la noticia por televisión, solo dije, asi es este país, o así lo están convirtiendo con cosas como éstas, asesinos en libertad, violadores que salen libres y reinciden, ladrones violentos que les dejan en la calle "¿¿por error??" en fin y lo de siempre unos diciendo que han sido otros y otros diciendo que han sido unos.
Pero bueno esto es noticia dos días en la tele y se olvida rápido, en fín que todo es un absurdo que cada día supera más el grado de absurded.
Y dependemos de esta gente??
Patético.
En fin....
Saludos

carlos dijo...

Lo que escribí en los comentarios de tu blog es lo que siento de verdad, Alemamá, una reflexión que siempre me ha asaltado al margen de tu escrito. Tengo que escribir sobre ello aquí en alguna ocasión.

Pues podría ser el mismo, Anónimo, o de la misma escuela. Sinvergüenzas los hay en todas partes. E incompetentes también. Y errores se cometen inevitablemente. No se puede exigir que no existan estas realidades. Pero sí se pueden exigir dos cosas: controles suficientes (para prevenir) y responsabilidades a posteriori (para sancionar).

Hola, Leonor. Pues sí, dice la policía de Alcobendas que ellos no sabían que era un preso (interno en una prisión), sino que pensaban que era un simple detenido (alguien a quien han pillado, está en calabozo policial esperando resolución judicial, no viene de la cárcel, y por eso ahí la suelta en su caso es automática), y que por eso no lo reintegraron. La Guardia Civil dice que sí iba todo documentado. Veremos en que queda la cosa. Pero para comprobar quién tiene razón en esto en una investigación interna se tarda media hora. No entiendo que varios días después nadie sea todavía capaz de dar una explicación y depurar responsabilidades. Y al exterior debería haber salido una sola versión oficial, no una de cada Cuerpo, porque eso da una sensación de descoordinación y desastre aún mayor. De momento, a mí me parece que ya tiene tela que para trasladar a un preso de la cárcel al juzgado intervengan dos cuerpos distintos y se lo vayan pasando unos a otros como en una carrera de relevos.

Toda la razón, Fernando. Podríamos pensar mal. Es lo que tiene cuando no se hacen las cosas documentadamente y de forma reglada. Y otra posibilidad más. Imagínate que mañana aparece el preso muerto en una cuneta y la familia dice que le ha matado la policía, que estaba bajo su custodia y que no hay ninguna prueba de que le hayan puesto en libertad. Las opciones son miles, porque para eso están los procedimientos de puesta en libertad que, insisto, no son una palmadita en el hombro y una despedida, sino que sigue un proceso lógico.

Pues sí, Josema, estamos en estas manos tan surrealistas y patéticas... Así que si alguna vez nos van a crucificar, hay que decir que lo nuestro es "libertad", ya no sabemos el truco.

maria gemma dijo...

Cuanta incapacidad... de resoluciones... a este se le deja marchar como si nada... y a otros se le prescriben los delitos... juicios suspendidos mil veces por errores de comunicación... expedientes grapados desperdigados... bueno todo esto es la anormal normalidad de día a día en la justicia española... ¿depurar responsabilidades? ¿que es eso?

Un abrazo

marisol dijo...

La Vida de Brian, gran película, lástima que se parezca tanto a la realidad..........es una pena lo que ocurre en este país. Yo se de quién es la culpa....pero no os lo voy a decir que luego todo se sabe.

Anónimo dijo...

creo que es aún peor la información sobre la grabación de islamistas buscados y no capturados.

TortugaBoba dijo...

Yo es que sigo sin creérmelo. Después de lo que hicieron esos chorizos-matones, de lo que costó cogerlos, que ahora "se escapen" con tanta facilidad, me deja patidifusa.
Beso.

Carlos J. Galán dijo...

Pues sí, M. Gemma, demasiado descontrol parece. Y todavía a estas alturas nadie nos ha dado una explicación razonable.

La vida de Brian era sobre todo una ingeniosa crítica al fanatismo. Pero mira por donde, Marisol, la realidad a veces supera a la ficción hasta en estos detalles...

Lo de los islamistas es uno de los muchísimos episodios oscuros que hay sobre la materia, anónimo.

Pues es lo que hay, Tortu. No se sabe si es una gran negligencia inexcusable o si es algo peor.