Publicado en el Programa de Fiestas San Miguel 2017 de El Hoyo de Pinares.
En el referéndum del 15 de diciembre de 1976, los hoyancos habían respaldado por amplia mayoría, como el resto de españoles, la Ley para la Reforma Política, que abrió la puerta a la existencia de partidos, después de cuatro décadas de prohibición, y que preveía la celebración de elecciones parlamentarias. Se trataba del instrumento legal que permitiría una transición pacífica de la dictadura a la democracia y lo había impulsado Adolfo Suárez, el joven presidente del gobierno nacido en nuestro vecino pueblo de Cebreros y nombrado unos meses antes por el rey Juan Carlos.
Se ha cumplido este año el 40º aniversario de las primeras elecciones de la actual democracia, que tuvieron lugar el 15 de junio de 1977. Pero ¿cómo fueron esos comicios en nuestro pueblo?
En la provincia de Ávila había que elegir, como ahora, tres diputados y cuatro senadores. Los primeros, en listas cerradas presentadas por partidos políticos o agrupaciones de electores, y los segundos marcando cada votante tres candidatos en una lista abierta.
Unión de Centro Democrático (UCD), la coalición creada en torno al presidente del gobierno, presentaba como cabeza de la lista al Congreso en nuestra provincia al empresario abulense Fernando Alcón Sáez, fallecido el año pasado, una persona del círculo de confianza de Suárez. El número dos era un letrado del Consejo de Estado, José María Martín Oviedo, y el número tres el farmacéutico Daniel de Fernando Alonso. El principal candidato de UCD al Senado por Ávila era el médico Alberto Dorrego González, que concurría a la cámara alta junto con Darío Benito García, ex director de la clínica Santa Teresa, también fallecido en 2016, y Julio García Benavides.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) cuyo secretario general era Felipe González, optó en Ávila en aquella ocasión por una candidatura mayoritariamente cunera (es decir, candidatos que no eran de la provincia). Al Congreso la encabezaba Eduardo Ferrera Ketterer, al que seguían José Segovia Pérez y Ángel Ramón Martínez Marín. Su aspirante más destacado al Senado fue el que años después sería presidente de esa cámara, José Federico de Carvajal Pérez, acompañado por Rodolfo Vázquez de Marcos y Mariano Gómez Sánchez.
Alianza Popular (AP), federación de partidos que presidía el ex ministro Manuel Fraga Iribarne, presentó como cabeza de lista al Congreso por Ávila a Ángel Herrero Esteban, junto con Pedro Baudín Sánchez y Lucidio Herráez Navas. Su terna al Senado la integraban Francisco Abella Martín, el médico analista Faustino Cermeño Cermeño y el industrial Jaime Santamaría Bejarano.
La candidatura abulense al Congreso del Partido Comunista de España, liderado por Santiago Carrillo, la integraron el economista Carlos Sáenz de Santamaría, Antonio González Rodilla y el que luego sería historiador y catedrático Serafín de Tapia Sánchez. El PCE, que había sido legalizado dos meses antes, no presentó candidatos al Senado por Ávila.
Había una persona vinculada a El Hoyo de Pinares en una de las candidaturas: Miguel Lobato Martín fue cabeza de lista al Congreso por Ávila del partido Fuerza Nueva (FN) que presidía Blas Piñar. Le acompañaban Marino del Pozo Marín y Andrés Joaquín Arribas García, mientras que José García López y Ramón Fernández Cabezudo fueron aspirantes al Senado. Al año siguiente, Lobato resultaría elegido concejal en nuestro pueblo por la candidatura Independientes de Navaserrada, que obtuvo dos representantes en el Ayuntamiento surgido de las primeras elecciones municipales de la actual democracia.
Las otras formaciones que concurrieron en 1977 al Congreso en nuestra provincia fueron: el Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván, que más tarde se integraría en el PSOE; la Federación de la Democracia Cristiana (FDC) de Joaquín Ruiz-Giménez y José María Gil-Robles, que vio frustradas sus expectativas electorales al quedar como grupo extraparlamentario a nivel nacional; el Movimiento Socialista (MS); y la Agrupación Electoral de los Trabajadores de Ávila.
Durante la campaña electoral, que duró 21 días, se celebraron también en nuestro pueblo los primeros mítines después de cuarenta años, actos de los que no parece que exista ningún testimonio gráfico, por lo que he podido indagar, puesto que no era tan usual la posesión de cámaras fotográficas. Tampoco hay que olvidar que un cierto temor se unía entonces a una indudable y extendida esperanza. Por otro lado, la organización de los partidos era aún muy rudimentaria e incipiente. Habría que esperar a las primeras elecciones municipales, en 1979, para que empezaran a articularse a nivel local los grupos políticos.
Un recuerdo curioso de la campaña fue que, en medio de los actos por toda la geografía nacional, el propio presidente Adolfo Suárez realizó el 10 de junio un viaje sorpresa a su localidad natal que, según aseguraron los periódicos de la época, no había sido anunciado con antelación ni a las autoridades ni a los medios. A las 11’30 h. llegó con su esposa Amparo Illana al pueblo vecino, donde saludó a sus paisanos, que se le acercaban por la calle. Entró a un bar en la plaza, con el alcalde cebrereño Vicente Marín, su cuñado y secretario Aurelio Delgado y otros acompañantes. Después asistió a misa en la iglesia parroquial y a la procesión del Corpus Christi. Antes de emprender regreso a Madrid, se despidió saludando desde un vehículo descapotado a los numerosos vecinos de Cebreros que lo aclamaban.
La jornada electoral del 15-J se desarrolló en El Hoyo de Pinares con una elevada participación: el 84,73 % del censo acudió a las urnas. Parece que había ganas de estrenar democracia.
Como anécdota, podemos señalar que en el pueblo era frecuente entonces votar incluso sin exhibir siquiera el DNI, porque los miembros de la mesa electoral conocían prácticamente a todos los electores.
Igual que sucedió en el ámbito nacional, UCD fue también la vencedora a nivel local: obtuvo en El Hoyo de Pinares 625 votos al Congreso, lo que suponía el 44,20 % del total. Le siguió el PSOE, con 481 sufragios, un 34,02 %. En tercera posición, Alianza Popular, con 111 votos, un 7,85 %. Por su parte, Fuerza Nueva, con Miguel Lobato como cabeza de lista, cosechó 75 votos, el 5,3 %. Le siguieron: la Federación de la Democracia Cristiana con 45 votos (3,18 %); el Partido Comunista con 43 (3,04 %), el Partido Socialista Popular con 17 votos (1,2 %), la Agrupación Electoral de Trabajadores de Ávila con 6 votos (0,42 %) y el Movimiento Socialista con 2 (0,14 %).
Tras el escrutinio definitivo en nuestra provincia, la lista de UCD logró los tres escaños del Congreso, resultado que revalidó en las siguientes elecciones, celebradas en 1979, una vez aprobada la Constitución. Después, nunca más se ha repetido, hasta la fecha, que un solo partido logre los tres puestos en el Congreso. Los primeros diputados democráticos por Ávila fueron, por tanto, Fernando Alcón, José M. Martín Oviedo y Daniel de Fernando.
De los escaños en el Senado, tres se asignaron a UCD (Alberto Dorrego, Darío Benito y Julio García Benavides) y uno fue para el PSOE (Federico de Carvajal).
El Hoyo de Pinares y todos los demás pueblos de España apostaron entonces por superar definitivamente el enfrentamiento civil y por dejar atrás la etapa franquista. Comenzaba el camino del pluralismo y de la convivencia. Como dice el epitafio de Suárez en la catedral de Ávila, “la concordia fue posible”. Una conquista colectiva que ojalá sepamos conservar y fortalecer.
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Ilustraciones:
- Carteles electorales de junio 1977
- Adolfo Suárez en el bar Talín de Cebreros, junio 1977. Fotografía del archivo de Diario 16 propiedad de la Fundación San Pablo CEU, depositado en el Museo Adolfo Suárez y la Transición en Cebreros