Estamos dando la vuelta al pueblo, nos detenemos un momento ante la vista panorámica y me pregunta:
- Y así, sin pensarlo mucho, ¿qué te sugiere? Mira tu pueblo y piensa qué momentos que has vivido aquí recordarías.
- Y así, sin pensarlo mucho, ¿qué te sugiere? Mira tu pueblo y piensa qué momentos que has vivido aquí recordarías.
Y yo le conté tres momentos que recordaba con agrado.
- ¿Te das cuenta de que has pensado en cosas sencillas, vivencias con los demás, que ninguno de los momentos que te han venido a la cabeza tenía que ver con la política, ni con lo profesional, ni con nada parecido…?
- Hombre, también podría recordar algunos momentos gratificantes de ese tipo…
- Ya, pero lo que has dicho es lo que has dicho... Sin pensarlo mucho, de toda tu vida y en relación con el pueblo, los primeros momentos que han venido a tu mente son los que has recordado. ¿Qué te dice eso sobre la importancia de unas cosas y otras, sobre lo que realmente te hace feliz, lo que queda pasado el tiempo…?
- Vale, touché.
(Fotografía de El Hoyo de Pinares: Juan de Pablo Ayuso)