Me lo descubrió Fernando Solera en su fantástico blog Desafinado -la bitácora de un ciudadano de a pie que decide cantar las verdades del barquero-, dentro de su deliciosa sección Cositas Buenas. Le copio la idea y hoy doy la voz a Jesús Quintero, le dejo que esta entrada la haga él.
Porque después de escucharle en este fragmento de la versión televisiva de El Loco de la Colina, uno no es capaz de añadir nada. No se puede decir más y mejor.
La vida no siempre me sonríe como quisiera. Pero yo llevo ya un tiempo que sí le sonrío a ella.
Vivir no es sólo estar en la vida
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18 comentarios:
¡Olé! Como reza Antonio Gala en el encabezamiento de tu blog: "Ya que no podemos hacer nuestra vida más larga, hagámosla más ancha".
...Y esto me recuerda una canción de Pablo Guerrero, archiconocida cuando mis hermanos mayores eran aún niños, que decía: "Hay que doler de la vida hasta creer
que tiene que llover
a cántaros".
Sí señor, Alberto: Grande Pablo Guerrero también e inolvidable esa canción.
http://es.youtube.com/watch?v=od4N3qedhOU
"...vivir es saber por propia experiencia..."
Un poeta el Quintero. Tengo algunos monólogos guardados, algunas frases que me llegan de alguna manera. Sus programas son pintorescos y no dejan indiferente a nadie.
Beso.
Muchas gracias por la referencia, Carlos. Me has puesto el ego tan alto que lo voy a tener que bajar a escopetazos.
La verdad es que Quintero es grande, muy grande. Una rara avis en los medios españoles, una especie en extinción a la que hay que proteger.
Un abrazo
De éste monólogo no tiene desperdicio ninguna frase, Tortugaboba. Me encantó cuando lo escuché, porque todo eso que dice es lo que cada vez quiero tener más claro (en la práctica, que en la teoría ya lo tengo).
Las "Cositas buenas" que cuelgas, Fernando, son una delicia como digo. Pero casi siempre, desde este monólogo -que es profundo y sugestivo- hasta cosas ligeras y divertidísimas -como una escena de los Hermanos Marx que me partí de risa-. A Quintero en general se le toma como algo anecdótico, como un tipo raro y poco más; como somos españoles, le canonizaremos y le reconoceremos su extraordinaria valía (la habilidad para encontrar la palabra justa que reconforta o que se clava como un dardo, la capacidad para descubrir personajes singulares, sus impagables entrevistas, su dominio de la palabra y de los silencios, su fidelidad a sí mismo y a un estilo propio en medio de tanta basura)... cuando se muera. Al tiempo.
Yo no se que oportunidad tiene de vivir la vida de la que habla Quintero esa abuelita que cuidaba de su nieto minusvalido (era un video de hace ya semanas), o una persona que siempre tiene que demostrarse algo a si o a los demas con continuos "logros",o alguien inseguro o tímido que tanto desconfia de su valía, etc,etc.Creo que el ciclotimico Quintero estaba ese dia en mania y bien...¡ tiene derecho!.Sin estar yo "depre" creo que hacemos lo que podemos desde nuestras comunes y no comunes limitaciones y que ya es heroico el seguir intentando mejorar un poco.Creo que nuestro antropocentrismo nos impide aceptar que esla vida la que nos vive y pone sus pautas; juega y experimenta de pequeño, reproducete y construye de adulto, vive y trasmite de viejo.Siento poner algun orden en cuestion y pido perdon.Nos vemos pronto Carlos
Ayysss, como sois los profesionales de la ciencia, le quitáis la magia a las cosas :-): sí, puede ser que estuviera en manía. Pero el texto yo creo que es bonito.
La abuelilla quizá antes de nacer el niño, quien sabe, tuvo décadas de otra vida diferente. Por otro lado, tampoco Quintero idealiza: habla de vivir por propia experiencia qué se siente cuando se olvida un amor, cuando se pierde una pasión, o cuando te caes, o cuando llega una despedida... es vivir con intensidad la vida, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Los tímidos e inseguros sí podemos hacer cosas para luchar contra nuestras propias limitaciones. La vida rutinaria nos atrapa mucho, es cierto, pero tenemos que intentar sacar la cabecilla al menos. Es cierto lo que dices: tenemos que hacer eso, lo que podamos. Estos alegatos nunca deben servir para meter más presión, para crear ficciones que generen más desilusión... Tienen que vivirse sólo como un aguijón, como un revulsivo, pero siendo conscientes. Yo los escucho con los pies en el suelo (aunque con la mente vaya usted a a saber dónde) y como las utopías: como decía Galeano, no se alcanzan, pero sirven para caminar. Son como la zanahoria que nos hace movernos hacia algo. Ciertamente, nadie vive cada instante de su vida como si fuera el último. Pero yo creo que está bien como sacudida, como planteamiento ideal, como tendencia. Si no llegamos a exprimir siempre la vida, vale, pero que intentemos sacarle el mayor jugo posible dentro de nuestras limitaciones. Nos vemos (¿hace un cine una noche la semana próxima?).
No había caído yo Carlos en hacerme con una zanahoria, a ver si así avanzo más rápido ;-)
¡Beso!
FERENCZI,CARLOS, CUANDO QUEDEMOS EN MAMMA, POR FAVOR NO HABLEIS ASÍ O ME COMO YO SOLO LA ENSALADA Y OS DAN POR SACO.UN ABRAZO A LOS DOS.
Tortu, es todo un clásico lo del palo y la zanahoria, pero está pensado para las caballerías (y no sé si para los vegetarianos). A mi lo una zanahoria como que no me entusiasmaría mucho. Prueba con un cordero asado...
Jajaja, Artorius, ya procuraremos hablar de algo más ligerito que del sentido de la vida en general. Hmmm, terminaremos hablando de lo de siempre...
Jajaja. Vaya con el divagar de la vida. La vida es un fandago, pero hasta de lo malo hay que sacar lo bueno. Carlos depende del homenaje que se pretenda hacer a una persona. Te recuerdo que las pequeñas cosas son las importantes y aquí y tu mismo y los que te damos la razón ya le estamos haciendo nuestro propio homenaje a Quintero,pedazo de periodista que para nada es un " ratón colorao".
Buenas reflexiones acerca de la vida de Quintero, y en realidad se resume todo en la frase archiconocida de Vive la Vida, pero como protagonistas de nuestras historias, no como espectadores. Exprimir la vida está casi siempre más en las cosas pequeñas que en las grandes cosas.
Es curioso, pero cuando uno se aleja de su entorno, de su familia, de sus amigos, lo que más se recuerdan son esas pequeñas cosas, vivencias cotidianas, que adquieren con la distancia perspectivas distintas.
En boca de Nietzsche; "Ama la vida, afróntala, porque buena o mala no tenemos otra".
Ciertísimo, Pegasa y Shikilla, la grandeza está en lo pequeño, la felicidad reside en las pequeñas cosas, yo eso lo tengo muy asumido. De hecho, creo que la capacidad para ser feliz reside mucho en el don de apreciar y saborear esas pequeñas cosas.
REALMENTE EN ESTO ULTIMO NO SE A QUE TE REFIERES CON CERTEZA....
Por supuesto que el texto es bonito, Carlos, a nadie le sonríe la vida como quisiera. Yo amo la vida y disfruto de todo lo que puedo, aunque a veces sea complicado. Como dice Quintero el instante que se va no vuelve, yo prefiero arrepentirme de algo que he hecho que de algo que no he podido hacer.
Un besito
Artorius, ya te lo explico picando algo en el Mamma...
Sil, completamente de acuerdo. Yo también tengo siempre esa sensación de que en mi vida me he arrepentido mucho más de lo que no he hecho que de lo que sí he hecho y ahra procuro -en la medida de lo posible- ser consecuente con esa impresión y tener menos motivos para arrepentirme... Besos
"Porque el instante que se va no vuelve............." y esa es la frase que tengo muy presente en mi vida desde hace un tiempo, porque esta vida hay que vivirla intensamente porque nos lo merecemos y porque nosotros sí podemos hacerlo.
Porque no hay nada peor que llorar por algo que podías haber hecho y no hiciste, porque de nada sirve lamentarse y porque todo ello debe empujarte a luchar por tu felicidad cada día un poco más.........al menos esta es mi meta.
Me encanta verte feliz y me disfrutar tanto con todo lo que haces................(bueno excluimos algún temita laboral)
Gracias por esta entrada, me ha encantado.
Sí, Marisol, si consigo solucionar dos temitas de nada ;-) que consiguen casi siempre tenerme absorbido y jodido en el día a día, por lo demás no me puedo quejar. Al final soy afortunado en la gente que me rodea y en muchas cosas que disfruto.
Tenéis que volver a Sepúlveda a comer otra vez corderito asado, pero también a pasear un poquito y ver estos rincones que no terminasteis de explorar...
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