Tarde de poesía y amistad

El sábado 24 de octubre asistí a la presentación en Madrid de Hambre de vida, el último poemario de Laura Fernández-MacGregor Maza que esta escritora mexicana está dando a conocer en Europa. El volumen, además de la edición impresa, contiene un CD con los textos recitados por la propia autora.

Laura, educadora, apasionada de la lectura y el arte, tiene publicados en México cinco libros de poesía y uno de narrativa breve, y en proyecto una comedia musical. Confieso que no conocía hasta ahora la obra de esta autora, que leeré con interés tras asistir a este evento.

La presentación tuvo lugar en un acogedor y recomendable restaurante, Mestizo, en la calle Recoletos de Madrid (no confundir con el paseo de Recoletos, como nos pasó a dos pringados esa misma tarde, por cierto...).

Acudí al acto por invitación de la persona que había coordinado su organización, mi amiga Virginia Fermoselle, periodista, una gran amante de la literatura y alma máter de la firma Diglosia. Hay muchas personas que organizan eventos con fría eficacia, pero Vir aporta valores añadidos: su interés por la cultura y esa sensibilidad que le lleva a cuidar cada detalle, hasta dar una calidez singular al acto.

Los versos de Laura sobre el amor, la muerte y la vida -como las tres heridas de Miguel Hernández- llegaron al público en las voces del poeta Diego Valverde Villena, actual director de la Feria del Libro de Valladolid, y de la joven actriz Marta Benvenuty, que tiene ya en su haber un buen puñado de interpretaciones destacables en la escena madrileña. Al alimón nos obsequiaron con una magnífica declamación de los poemas de Hambre de vida, acompañados por Julio al piano.

Luego, se hizo entrega a Laura de un cuadro –El diván-que recrea un pasaje de El abanico, uno de los poemas del libro que se presentaba esa tarde. De esa obra pictórica es autor Borja Leonardo, oscense afincado en Barcelona, arquitecto y estudioso de Bellas Artes, que se inició en la pintura desde niño y que ha participado en varias exposiciones y colaborado como ilustrador en revistas culturales.

En el cóctel tuve ocasión de departir brevemente con José Gárate, Presidente de la Fundación Castilnovo, que promueve la amistad hispano-mexicana, y con quien quedamos emplazados para una próxima comida. Y compartí vino y animada charla con escritores, periodistas y otros amigos.

Pero para mí una de las gozadas de la tarde, sin duda, fue tener ocasión de conocer y saludar a Roberto Alifano, que intervino en la presentación. (Precisamente con él aparezco en la foto, junto con Virginia y con Francisco Javier Redondo Jordán, bloguero, escritor a punto de editar sus primeras obras y webmaster de sanchezdrago.com). Alifano, persona muy interesante y afectuosa, es autor de una docena de poemarios, una extensa obra que se inició en 1967 con De sueños y caminantes hasta llegar en 2006 a Cantos al amor maravilloso. En Chile trató a Pablo Neruda y fue el encargado, recién depuesto Allende, de pronunciar las palabras de despedida en el entierro del poeta, por lo que fue detenido y expulsado del país por los golpistas. En su Argentina natal, Alifano se convirtió durante una década en la mano derecha y los ojos de Jorge Luis Borges y, fruto de esa colaboración profesional, vieron la luz, entre otros muchos trabajos, traducciones de Robert Louis Stevenson, Herman Hesse y Lewis Carroll. Sobre la obra y el perfil personal del gran autor argentino ha publicado varios volúmenes, entre ellos Conversaciones con Borges, Borges, biografía verbal y El humor de Borges. Colaborador habitual de prensa americana y europea, con varios premios literarios y distinciones en su haber, Roberto es el actual secretario de la Sociedad Argentina de Escritores y, desde 1988, dirige la prestigiosa revista Proa, fundada precisamente por Jorge Luis Borges en 1922. A pesar de toda esta trayectoria que resumo, Roberto es hombre sencillo y sumamente accesible, sin rastro alguno de divismo. Fue un placer compartir con él cerveza, grata conversación ¡…y hasta alguna milonga borgiana! Brindo desde ahora por un reencuentro.

(Fotografías: Sonne)

12 comentarios:

Melba Reyes A. dijo...

Un hurra por la poesía y por la amistad. Qué bien.

Carlos J. Galán dijo...

Pues sí, Melba, dos hermosos conceptos...

Fernando Solera dijo...

Se nota que te lo pasaste bomba, Carlos, a pesar del despiste inicial. Que conste que a mí lo de la calle Recoletos también me ha sucedido.

P.D.: Gracias por recomendarme ese blog con el post del castañar. Les ha quedado muy bonito.

Anónimo dijo...

La presentación estuvo muy bien por lo menos la parte que vi (llegue tarde, es lo que tiene madrid con el coche), Virginia un diez en organización , en los detalles que tuvo con todos los asistentes;a Marta Benvenuty no tuve la suerte de escucharla pero lo hizo muy bien;con Roberto Alifano momento memorables con esa milonga que nos canto; las cañas de despues del acto como simepre "correctas" ... Abrazos Carlos C.

Carlos J. Galán dijo...

Sí disfruté, Fernando, había muy buen ambiente y gente interesante y agradable.

Muy bueno Carlitos lo de que a Marta no la escuchaste pero que lo hizo muy bien, jajajaja. Tienes la misma objetividad que yo con estas cosas. Queda claro: sí, es guapa la chica, sí. Y Alifano, un crack, a ver si vuelve pronto.

Finisterre dijo...

Jajajajaja; me has quitado la respuesta, Carlos G., a Carlos C. que sin tener la suerte de escuchar la intervención de Marta, le pareció que lo hizo muy bien.

La crisis de los cuarenta acecha.

Enhorabuena, Virginia.

Abrazos.

Carlos J. Galán dijo...

Finisterre, así funcinoa la intuición: no hacía falta haber escuchado a Marta Benbenuty para saber que con seguridad lo había hecho muy bien, la cosa estaba clarísima ;-) Coñas aparte, si entras en la web de Marta, tiene fotografía y audios y se ve su calidad interpretativa, además de que sea guapa, que lo es.
Estuvo muy bien todo: el acto, la gente, el ambiente, las cervezas, la conversación posterior y las risas. Se te echó de menos.

Javier Redondo Jordán dijo...

Aquí Javi, uno de los de la foto con Alifano. Pues yo vi, escuché, e incluso discutí con Marta Benvenuty (es con uve, ¿no?) sobre la decadencia del mundo y otros asuntos. Luego Carlos J. me lió, los vinos me distrajeron, y cuando busqué reanudar la conversación ella había desaparecido. (Suspiro) ;)
Sin duda, junto con Virginia, las mejores de la noche. La próxima vez que venga Alifano nos llevamos las guitarras para las milongas de los postres.

Abrazos a todos, besos para todas.

Carlos J. Galán dijo...

Es verdad, Javi, se nos escapó Marta sin despedirse de los de su club de fans... Bueno, pues brindo también por un reencuentro con la Benvenuty.
Y apoyo la moción de irnos con guitarra al próximo (siempre que alguien sepa tocarla, claro), que la noche puede terminar tanguera o lo que se tercie. De hecho, cuando se arrancó un asistente por boleros con el del piano, yo hice un amago de apoyar que siguiera la cosa, pero no se animó el personal. Creo que era un poco pronto, faltaban un par de vinos más.

Anónimo dijo...

Pues a mí me hubiese gustado asistir a ese acto, para conocerte a tí, Javi. Qué pena, ahora lo que suspira soy yo: Ay!
Sí llegaramos a conocernos, conmigo no hables de la decandencia del mundo... esa fase no la saltamos.
Y cómo no puede darte un beso personal, desde aqui lo hago.
Muuuaaaaaaaa!!.

Javier Redondo Jordán dijo...

¡Vaya, me ha salido una fan! La próxima vez que hagamos una quedada literaria avisamos. Otro beso para ti.

Javi

Carlos J. Galán dijo...

Fan de Javi, bienvenida. Únete a la próxima. Bss.

Javier, majete, que me vas a tener que invitar a unas cañas si mi blog te proporciona admiradoras. Y eso: no les hables de la decadencia del mundo, jajaja. Un abrazo, compañero.