Tiempo para escribir

Decía George Bernard Shaw que no sentía necesidad de escribir igual que no sentía necesidad de respirar. Para mí escribir es algo natural, un mero ejercicio de supervivencia. “Este chico o escribe o se muere”, dijo una persona muy inteligente cuando yo tenía diecisiete años. Lo conté al inaugurar este blog, en Escribir es vivir.

Cuando a la antipática Rosa Regàs le otorgaron el Premio Planeta, declaró algo que me pareció muy atinado. Que emplearía el importe multimillonario del premio en comprar lo que más le importaba: tiempo. Con cierta holgura económica, podía dedicarse con tranquilidad a escribir lo que quisiera, sin verse obligada a asumir otras tareas que le distrajeran de lo que realmente quería hacer.

Echo de menos tener tiempo para muchas cosas. Entre ellas, tiempo para escribir. Por ejemplo, sobre los políticos que defienden blanco con la misma hostilidad militante y la misma simpleza con la que defenderán negro unos meses más tarde. Sobre algunas cuestiones de las que los medios convencionales no hablarán y que a mí como ciudadano sí me interesan. Sobre viajes que me llenaron el alma y de los que tengo acumulados fotografías e historias pendientes de contar desde hace demasiados meses... Escribo en el blog menos de lo que me gustaría, porque las obligaciones profesionales me comen. Y los ratos libres me encuentran tan agotado mentalmente que no tengo la disposición necesaria para pensar y para ponerme a escribir.

No es que no encuentre temas o que la pantalla en blanco me pueda. Todo lo contrario. Buceando dentro de mí, mirando a mi alrededor, leyendo los periódicos o caminando por la calle, se me ocurren todos los días decenas de asuntos sobre los que me gustaría decir algo. Decir algo sin ningún interés, seguramente, pero no se puede pedir todo.

En una hoja anoto a veces aquellas ideas que van surgiendo, para desarrollar cuando tenga tiempo. Luego algunas sí se convierten en una entrada de La nota discordante y las voy tachando. De otras nunca llego a ocuparme, generalmente porque cuando tengo ocasión ya han caducado, por el ritmo galopante de la actualidad. Otra vez el tiempo devorándolo todo.

Sentados cerca del Cañón del Colca, un espectacular cóndor levantó de pronto el vuelo y pasó por sorpresa casi a centímetros de nuestras cabezas. Alguien me dijo entonces que seguramente las mejores fotografías son algunas que no se hacen y te llevas guardadas en tu retina. Yo no sé si las mejores entradas hubieran sido algunas de las que nunca escribí.

Me propuse a mí mismo que este blog tenía que ser un placer, me prometí que nunca se convertiría en una obligación más, porque ya tenía obligaciones más que de sobra.

Y en esas estoy, cuando saco hoy un poco de tiempo para escribir que no saco tiempo para escribir. Coherentemente contradictorio. Como yo mismo.

(Fotografía del autor)

9 comentarios:

´´ dijo...

antipática Rosa Regàs, yo no la conozco personalmente pero me da sensación de antipatica y de algo que veo en alguna gente, la forma de defender unas ideas que automaticamente te posiciona en contra aunque a priori te parezcan buenas. A mi tu blog me gusta una entrada a la semana de media es una velocidad buena.

Óscar G. Mera dijo...

Hola Carlos:

Me pasa lo mismo que a tí, durante el día, mientras trabajo, o leo la prensa, o paseo, o estoy con los amigos, ... se me ocurren infinidad de cosas sobre las que escribir que luego rara vez aparecen en mi blog. Creo que fue Picasso quien dijo que la inspiración lo pillase trabajando. Pero es muy raro que la inspiración nos pille delante del ordenador o con lápiz y papel. Será, como acostumbro a decir, que las musas se han ido con otro que las ha puesto un piso y les ha dado de alta en la Seguridad Social.

Un abrazo y sigue escribiendo lo que sea. Que aunque no esté de acuerdo con lo que escribes es una fiesta para el alma leerte.

Adrian dijo...

Hola de nuevo Carlos:
No está mal que de vez en cuando saques tiempo y nos deleites con entradas como esta en tu blog. Yo de vez en cuando saco tiempo para leer todo lo que puedo y como a muchos, se me escapa un gran porcentaje de lo que se nos pasa por la cabeza para razonarlo un poco, pero como bien has comentado, esto ha de ser un elemento más de placer (como pensar, viajar, leer, mirar...) y no una obligación, lo importante es que lo que digas, aunque sea poco, sea importante, y tu en este blog, lo consigues.
Gracias por darme otra vez algo en lo que pensar en mis ratos libres.

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Bonita entrada, bonita fotografía y de acuerdo contigo en todo.

Para los que tenemos pasión por la escritura, escrbir es vivir.

Un abrazo

Montse dijo...

¿Quién dijo aquello de que "lo urgente nunca deja tiempo a lo importante"? Es lo que nos pasa a la mayoría en nuestra vida diaria...
Escribir es vivir, pero también es vivir salir con los amigos, viajar, leer, ver a uno de tus cantantes favoritos (ayer vi a Serrat en la Maestranza y me gustó especialmente en este homenaje a Miguel Hernández, aunque yo, como tú, sea más de Aute), e inevitablemente, cumplir con nuestro trabajo. Lo que te deseo es que tengas una vida muy, muy larga (y ancha), para poder realizar con plenitud todo eso y muchísimas cosas más.

Me dijistes que estaba en mi casa y, como ves, te he tomado la palabra y me he quedado. Un saludo de tu paisana en el exilio.

maría dijo...

Tranquilo Carlos, todo llegará, las temporadas de mucho trabajo y agobio no son para siempre. Pronto pasarán y llegará el desasosiego y podrás utilizar tú tiempo en aquello que quieras: escribir, pasear, charlar, viajar, etc.

Si no tienes tiempo para escribir, no te preocupes, ya lo tendrás,y si
no esperaremos pacientemente, todo totalmente entendible...; lo importante es que tú estés bien.

También llegará el momento de vaciar la "mente", para volverla a llenar de cosas placenteras..., cómo placentero tiene que ser escribir en un blog.

Ah, ¿Y hay algo mejor que ser coherentemente contradictorio?

fuerte beso

Bernardo Rivero dijo...

Me siento totalmente identificado con lo que nos cuentas. Para algunos leer y escribir es una necesidad, pero los proyectos se nos acumulan. Tengo numerosa información archivada, ideas, bocetos de entradas que creo interesantes que no terminan de salir a la luz. De pronto escribo algo que no tenía previsto, dejando aparcados otros textos que requieren mayor documentación o una elaboración más cuidada. A pesar de todo, de vez en cuando me sale algún "post" que merece la pena. Entonces te queda la satisfacción de haber aportado algo de interés a la pobladísima red. Y, acaso lo principal, haber aprendido multitud de cosas nuevas.
Carlos, escribe lo que quieras cuando puedas. Tus seguidores sabremos esperar, porque sin duda merecerá la pena.

SALUDOS.

Alberto Vara. dijo...

Primero lo esencial y después lo imprescindible.

Carlos J. Galán dijo...

Sí es antipática y sectaria la Regâs, Francis. Se ganó a pulso uno de mis primeros post: http://carlosjaviergalan.blogspot.com/2007/08/los-disparates-de-regs.html .

Muchas gracias, Óscar, me alegro de que, desde la coincidencia o la discrepancia, te agrade leer lo que escribo. Y sí, tú también deberías prodigarte más en tu blog, cualquier aportación de conciencia crítica en esta sociedad se echa en falta.

Gracias, Adrián. Nos vamos leyendo.

Concha, no sé si la entrada consigue decir algo, navega entre la queja y el desahogo. La foto es de un rincón de mi minipiso madrileño, justo donde está la máquina de escribir antigua que aparece en la cabecera de este blog. La máquina y el reloj me venían al pelo para ilustrar lo de la falta de tiempo para escribir.

Pues me alegra, Montse, que sigas entrando cuando quieras. Sí, mi "hoja de ruta" actual pasa por conseguir en un plazo razonable descargarme de parte del trabajo y ganar tiempo para éstas y otras aficiones personales.

Eso espero, María, que se pasen estas épocas tan absorbentes. Lo de ser coherentemente contradictorio lo tengo muy asumido ;-) . Gracias por tu mensaje.

Es verdad, Bernardo. A mí se me adelantan unos, otros me "caducan", etc. Esos post que se salen de lo que todo el mundo comenta, los que de verdad aportan algo diferente, son los que más atención y trabajo suelen requerir, pero es cierto que son los que más satisfacción dan, coincido contigo. Nos seguimos leyendo, que siempre aprendo cosas de lo que cuentas.

A mí por lo visto se me da muy mal lo de priorizar las cosas en la práctica, o eso me dicen, Alberto. Un abrazo.