Punto y seguido

Cuando me dijeron que aquella noche podía haber muerto y sentí que no me rebelaba profundamente contra esa simple idea, supe que en realidad ya estaba muerto antes. Que el universo de mis asideros vitales se había caído hacía tiempo hecho añicos y yo permanecía sentado entre las ruinas sin ponerme en pie.

Pero esa certeza no me llevó a extender resignadamente el certificado de defunción. También en ese momento estuve seguro, completamente seguro, de que -aunque no supiese aún cómo- en cuanto saliera del hospital empezaría a cambiar algo importante. Me conjuraría para volver a estar vivo.

Como una hormiga, más lentamente de lo que hubiera querido, laboriosamente, fui recobrando pulso y ganando espacios. Y, en particular, estos dos últimos años han sido vitales, intensos, con muchas vivencias –amores, amistades, viajes, experiencias…- totalmente inolvidables, atesoradas ya para siempre en mi corazón.

Siempre estaba convencido de que la mejor etapa de mi existencia había sido la de la juventud y la Universidad, y así lo repetía. Ahora añado: por ahora, y no descarto que la mejor etapa quizá esté por llegar, ¿quién sabe?

Pienso seguir cogiendo el toro por los cuernos cuando toque, pero también pienso seguir dejando que de vez en cuando la vida me sorprenda.

He aprendido que casi siempre me arrepentí más de lo que no hice que de lo que hice. Así que ahora a menudo me peleo con mis inseguridades, con mis miedos, y asumo muchos más riesgos.

He aprobado la asignatura de saborear con más intensidad cada momento, hasta un grado del que ­-por lo que veo a mi alrededor- muy poca gente es capaz. Y es que cada instante es irrepetible. Y nunca sabes cuándo te va a cambiar la vida radicalmente, o cuando te estás despidiendo de algo concreto, o incluso de todas las cosas.

Ahora me siento vivo. Llego hasta aquí con las cicatrices de los desengaños, de ese escepticismo que se mezcla con una terca esperanza. Pero, porque me da la gana, camino con alegría, con ilusión, con ideas, con imaginación... Y tengo la suerte de contar con personas que me quieren y a las que quiero mucho, todo un privilegio. A veces salen al paso la tristeza, el dolor o las preocupaciones, claro, pero también eso es consecuencia de lo mismo: del irrenunciable vértigo de vivir.

Donde pongo la vida pongo el fuego
de mi pasión volcada y sin salida.

Donde tengo el amor, toco la herida.

Donde pongo la fe, me pongo en juego.
Pongo en juego mi vida, y pierdo, y luego
vuelvo a empezar, sin vida, otra partida.

Perdida la de ayer, la de hoy perdida,
no me doy por vencido, y sigo, y juego
lo que me queda: un resto de esperanza.
Al siempre va. Mantengo mi postura.
Si sale nunca, la esperanza es muerte.
Si sale amor, la primavera avanza.
-Ángel González-


(Hoy, 9 de julio, es mi cumpleaños).

22 comentarios:

Anónimo dijo...

felicidades desde Australia, muchos besos ya nos tomaremos algo para celebrarlo

Óscar G. Mera dijo...

Como decimos por aquí ZORIONAK!!!!
Espero que pases un buen día en compañía de esa gente que te quiere tanto y a la que tú correspondes.

Coincido contigo (a pesar de ser un pesimista nato e irreductible) en que lo mejor debe estar siempre por llegar, y que tenemos que saborear la vida día a día, y follarnosla si se tercia (hala!! qué bruto!!).

A ver si en uno de tus viajes te dejas caer por estas tierras vascongadas para tomarnos una caña.

Es un placer para el alma leerte.

Un abrazo.

Óscar.

Flavia Company dijo...

Mi querido amigo, muchísimas felicidades. Muchas, todas. Porque quien vive como tu vives, quien vivie su vida y no la que otros le indican, quien siente lo que siente y no lo que otros le dicen lo que tiene que sentir, quien es como tú, puede alegrarse, y mucho, de sumar y soñar un año más.
Se te nota en la mirada que cada paso que das es auténtico. Y en la sonrisa, también, se te nota.
Felicidades por ser, amigo, y que sigas y los demás podamos disfrutarlo.

Flavia Company dijo...

De Ángel González también. Para ti.
CUMPLEAÑOS

Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en el aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!

Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.

Anónimo dijo...

Hola, Carlos:
Me alegra saber que hayas sacado fuerzas de dónde quizá nunca pensase que las sacarías para seguir adelante. Es triste que tengamos que vivir experiencias así para darnos cuenta de lo que nos perdemos al quedarnos sólo en lo superficial.
Un abrazo.

Carlos J. Galán dijo...

Anónima, pásalo muy bien por la otra punta del planeta, haz muchas fotos y no te preocupes, que te dejo anotada una cerveza pendiente para cuando vuelvas.

Eskerrik asko, Óscar, y un abrazo.

Flavia, mil gracias por los dos estupendos regalos: el poema y tus palabras. Un beso.

Hola, Leonor. Por seguir con la "confesión" personal, creo que yo nunca estuve en la superficialidad, la verdad. Pero sí sucedió que perdí la ilusión, que quedé atrapado en compromisos profesionales y de otro tipo que ya no me motivaban, que tuve sensación de estar a la deriva en lugar de llevar las riendas de mi vida. Y sí, es triste que hasta el cuerpo te tenga que dar un toque serio de atención para que te des cuenta de que has errado tus prioridades. Pero lo importante es aprender, aunque para algunas cosas sea tarde. Muchas gracias y un abrazo.

isa y txati dijo...

Aunque tarde y tras solventare varios inconvenientes,queremos felicitarte como te mereces:Zorionak!.
esperamos quee hayas pasado un buen dia y al año que viene para reenviarte este texto.
No haremos mención a la sabiduria que por ende da la edad ya que solo acumulas dos decenas de años o...¿serán tres?, imberbe muchachito.
A fin de no ponernos impertinentes, nos despedimos. Nos vemos. Un musu.
PD: la felicitación incluye recompensa de cañita y/o kalimotxito..¿noooo?
Isa y Txati

Finisterre dijo...

Carlos, aunque ya te he felicitado por teléfono, también te dejo aquí un buen tirón de orejas.

Ni qué decir tiene que, en cuanto vuelva para España, nos tomaremos unas cuantas cañas (una por año cumplido) y seguiremos disfrutando de la vida como hasta ahora. O más.

Muy bueno tu escrito; lo comparto 100% aunque yo no habría sabido explicarlo tan bien.

Un abrazo y hasta la vuelta.

Melba Reyes A. dijo...


Felicitaciones. Que cumplas muchísimos años más...

Bonitas reflexiones. Importantísimo sentirte vivo.

Gracias por el poema de Ángel González, es siempre un placer leerlo.

Un fuerte abraz♥

Bárbara dijo...

Entré ayer en tu página y te iba a felicitar cuando me llamaron por teléfono. Luego, lo olvidé (glups).
Así es que he perdido mi oportunidad de felicitarte a tiempo pero no de desearte que tengas el año estupendo que mereces. Y que sigas sintiendo ese vértigo en las tripas...
Un beso grande, tan grande como los poemas de Ángel González.

Carlos J. Galán dijo...

Gracias con promesa de kalimotxo incluida, Isa y Txati, que ya va tocando.

Finisterre, pásalo muy bien en el viaje y tenemos cervezas apalabradas para la vuelta, como debe ser.

Gracias a ti, Melba, por tu felicitación afectuosa. Un abrazo.

Los sentimientos y los buenos deseos no caducan, Bárbara, así que la fecha da lo mismo. Muchas gracias, guapísima, y un besazo.

Carlos J. Galán dijo...

Ok, M. Gemma. Lo he intentado pero pasa algo: no sé si la actual dirección todavía tiene reenvío o feed del anterior sitio o qué. Si pongo directamente la actual dirección me sale bien tu blog, pero si lo incluyo en el blogroll que tengo en la columna de la derecha me reenvía al antiguo. Lo volveré a intentar un poco más adelante.

Fernando Solera dijo...

Pues aunque sea con retraso, muchísimas felicidades, Carlos. He leído atentamente el artículo y la verdad es que siento muy identificado con lo que cuentas. Desgraciadamente sólo cuando uno se ve en una situación muy límite, normalmente de salud, es cuando empieza a despertar. De hecho dicen que el ser humano sólo aprende con el sufrimiento. Es muy triste, pero es verdad.

Celebro que ahora tu vida sea mucho más plena. Por último quiero decir que la mejor época no tiene por qué ser la juventud. No me gusta cuando escucho a la gente decir "esa canción es de mi época". ¡Qué coño! Tu época es el presente, el momento que estás viviendo ahora mismo. De hecho no hay otra cosa que el presente, como se han hartado de explicarnos los sabios de distintas religiones. Y si no, pregúntaselo a un amigo tuyo, mi tocayo Sánchez-Dragó.

Hoy tengo el dedo tonto. Me despido con algo que leí hace tiempo. "Venimos a esta vida a aprender, a ser felices, y a dar lo mejor de nosotros a los demás".

Lo dicho, felicidades.

Henar.M dijo...

Buenas Carlos FELICIDADES y ke se sostengan...Gracias por pasarte por mi blog ya sé ke no soy tan buena como mi tocaya o como otros por aki, o como tu si ir más lejos pero ya sabes la experiencia es un hecho y ayuda bastante, me gustó lo de las cita de antonio gala. Yo ahi te dejo una:
No es mejor por ser más alto
sino el que más espacio
guarda para los demás en su corazón


Pásalo bien, Besos Henar

maria gemma dijo...

Carlos lo mejor esta aun por llegar, mirando siempre adelante, recordando porque conservar la memoria es salud...
Se me olvido decirte que feliz cumpleaños... que los años pasan pero algunos nos sentimos mas jóvenes y libres...

Me robaron el dominio, pagado hasta 2010 desde una tienda virtual de joyas... ni soy la primera ni seré la ultima a la que le sucede... arregle lo del feed y ya se puede poner en el blogroll de blogs amigos la dirección http://tocinoja.blogspot.com

Muchos besos y abrazos.

maría dijo...

Hola, Carlos.
Eso es lo que nunca tenemos que dejar de hacer: saborear los momentos.

No sé porqué se olvida ese día a día, tan importante.

Tengo una compañera en el trabajo, que no está precisamente en su mejor momento laboral y siempre me dice:
Lo mejor está por llegar... estoy convencida.

Ojala, Carlos qué podamos sentir durante muuuucho tiempo: el vértigo de vivir.

Me sumo a las felicitaciones de todos y qué tengas un año estupendo.
Beso fuerte.

D'Artagnan dijo...

Hola Carlos, desde aqui me puse a leerte y queria decirte todo lo bueno que aportàs a nuestras vidas desde que te conocemos, no hablò sòlo por mi. Es un honor compartir algunas experiencias con vos, porque te queremos mucho, y soy de las que piensa que nunca està de màs decir estas cosas. Y por desgracia no escribo bien, y no puedo expresar correctamente lo que quiero decir. Bueno lo dicho.
P.D Los errores son por el teclado, lo siento.

Carlos J. Galán dijo...

Fernando, muchas gracias por todas tus palabras, que siempre aportan algo y que siempre son tan afectuosas. Un abrazo

Bienvenida, Henar (aquí creo que tendrás que ser Henar 2, lo siento), un placer leerte en tu blog y tenerte por aquí cuando quieras. Bss.

Muchas gracias, M. Gemma. Ya mismo repongo el enlace.

María, gracias por compartir viajes virtuales y buenos deseos.

D'Artagnan, ya sabes perfectamente que el sentimiento es mutuo en este caso. Conoceros y compartir cosas con vosotros es un privilegio. Pasadlo bien en vuestro viaje.

Anónimo dijo...

Con mucho retraso... felicidad, amigo, que no es poco.

Carlos J. Galán dijo...

Es mucho, Ana. Y se agradecen los buenos deseos. Como le decía a Bárbara, no tienen fecha de caducidad, siempre vienen bien. Un beso.

ana dijo...

Mucha salud te deseo para que la vida te reserve sorpresas en todas las edades.
Ella empieza y termina en el momento que estàs viviendo.

Carlos J. Galán dijo...

Gracias, Ana. Espero esas sorpresas y deseo que muchas sean agradables. Si la vida es siempre el momento presente, creo que entonces puedo decir que mi vida es hoy feliz, que no es poco decir.