Con sólo 16 años, Aitana Sánchez-Gijón destacó en la serie televisiva de Pedro Masó Segunda Enseñanza, aunque empezó a ser más conocida con el largometraje Bajarse al moro (1988).
Un fin de semana, en el año 1989, una amiga, Ana, me llamó para invitarme al teatro:
- Tengo unas entradas que me ha dado mi vecina, que trabaja en el Ministerio de Cultura.
- Pero ¿qué vamos a ver?
- No recuerdo cómo se llama la obra, pero es teatro clásico.
- Bueno, me apunto.
Era El vergonozoso en palacio, de Tirso de Molina. Cuando llegamos al Teatro de la Comedia, vi en la pared el reparto y enseguida me fijé.
- ¿Conoces a esta actriz de ahí, Ana? –dije señalando.
- ¿Aitana Sánchez-Gijón…? Me suena, pero no sé de qué.
Le conté lo que había hecho hasta entonces. Y, por una vez, hice una excepción con mis inexistentes dotes proféticas y acerté en algo:
- Esta chica es buena y además lo tiene muy claro. Va a ser una gran actriz.
Ya entonces le pedí a Aitana una foto dedicada –atrevimiento típico de veinteañero-. La foto era la que reproduzco junto a estas líneas, pero firmada por ella: “A Carlos, con un abrazo muy fuerte de Aitana”. Y, durante esa época final de mi etapa como estudiante, la tenía colgada en la pared, junto con decenas de pósters, encima del ordenador, en el piso alquilado que compartía en Madrid.
Las personas que venían por casa observaban una foto firmada por una chica a quien no siempre conocían y a menudo me preguntaban: “¿Quién es ésta?”... Así que yo siempre bromeo diciendo que admiradores más apasionados tendrá, pero más antiguos que yo no creo, porque incluso tenía que explicar quién era ella...
Recuerdo que, en los comienzos de las televisiones privadas, Juanjo Menéndez la entrevistó en un magazine nocturno que presentaba en Antena 3. La palabra famoso, que hasta entonces había sido un adjetivo (actor famoso, cantante famoso…) ya estaba empezando a convertirse lamentablemente en un sustantivo (un famoso). Aitana explicaba su vocación, sus ganas de ser cada día mejor en su profesión… Y por eso, entre otras cosas, me cayó muy bien la frescura y la brillantez de aquella jovencilla que no quería ser una famosa, sino que quería ser actriz, nada más. Y nada menos.
Cuando la eligieron para protagonizar La Regenta me dije: “vaya, ya nadie me volverá a preguntar quién es la de la foto”.
Luego vinieron, en una deslumbrante carrera, además de trabajos en teatro y televisión, magníficas interpretaciones en cine como El pájaro de la felicidad, Boca a boca, La ley de la frontera, la camarera del Titanic, Yerma, Volaverunt, Celos, La puta y la ballena, La carta esférica…
Cuando protagonizó, junto a Keanu Reeves, Un paseo por las nubes, de Alfonso Arau, estoy seguro de que pudo haber dado prioridad a la conquista de Hollywood, pasando por aceptar cierto tipo de papeles limitados, irse dando a conocer allí… Pero Aitana parece que seguía con ese sueño de veinteañera: no aspiraba a ser una estrella, sino a ser cada día mejor actriz. Y tuvo las santas narices de volver a España, fundar su propia compañía de teatro, Strion, y montar La gata sobre el tejado de zinc.
Cuando ha hecho otras cosas diferentes de su trabajo interpretativo, también han guardado relación con ese mundo: presentar en TVE Días de Cine o aceptar el reto de sustituir a José Luis Borau al frente de una todavía incipiente Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.
Aitana me parece una persona muy inteligente y tenaz. He seguido su trayectoria y tengo con ella, además, coincidencia generacional (es un par de años menor que yo). Escuchándola en entrevistas me identifico en lo esencial con muchos de sus planteamientos vitales. Me gusta también ese celo con el que ha logrado proteger su vida privada, con la que jamás ha comerciado ni remotamente. Y valoro toda su historia de superación y esfuerzo, de querer hacer bien su trabajo, de seguir deseando aprender cada día.
No sé si sabré explicar bien una impresión que yo tengo; tal vez, además, me esté equivocado porque yo no soy un experto, soy un mero espectador. Creo que Aitana no posee esa versatilidad cuasifísica que algunos actores parecen tener. Actores que pueden caracterizarse de forma que apenas se encuentran coincidencias de apariencia e impresión entre uno y otro personaje que representan, o que pueden cambiar su timbre de voz con facilidad… Aitana tiene un rostro personal que siempre está, enmarcado por las ropas o el peinado que sea, pero está ahí. Y si Aitana intentase fingir otra voz sonaría a impostura. Y, sin embargo, no poseyendo esa versatilidad natural, no ha caído en lo que les pasa a algunos actores, que siempre parecen estar haciendo el mismo papel: el de sí mismos. A base de esfuerzo, de caracterización psicológica del personaje, de talento interpretativo, Aitana consigue ser una excelente actriz.
La verdad es que sigo manteniendo hoy la admiración y simpatía que hace veinte años me despertó aquella chiquilla que, con convicción y desparpajo, apostaba por su vocación. Y me hacía ilusión saludarla personalmente alguna vez.
Ese tipo de situaciones son un auténtico cortazo porque, como ya comenté en otra ocasión, hay una asimetría entre tu actitud (que es la de estarte encontrando con alguien que te resulta conocido, que ha estado de alguna forma presente en tu vida y que te ha hecho pasar buenos ratos) y la de la celebridad en cuestión (que lógicamente se está encontrando con un completo desconocido).
Tenía dos vías para que alguna vez me la presentaran. Mi amigo Fernando Sánchez Dragó tiene excelente relación con la familia Sánchez-Gijón. Y otro amigo es su primo, Enrique Carbonell Sánchez-Gijón, hermano de Pablo Carbonell. A los dos se lo había insinuado en alguna ocasión, aunque parece que sin suficiente insistencia.
El otro día iba a ir con unas amigas a ver Un dios salvaje, como ya he comentado, y a Enrique, que anda por las Américas, le pedí, mensajeándole por internet, un favor que tal vez, como él decía, fuera absurdo. El diálogo fue algo parecido a esto:
- Venga, tío, mándale un correo o un sms diciéndole que si le importa que pasemos a saludarla por su camerino...
- Tú pásate, que seguro que no le molesta. Y le das recuerdos míos.
- Pero que no, que me va a dar palo y al final no iré. Qué te cuesta decírselo: si te dice que sí, pues ya nos espera y es todo menos frío y, si no la apetece, pues nos ahorramos el trago.
- Mira, Carlos, es absurdo que yo le envíe un mensaje desde Brasil para decirle que un admirador tímido quiere verla. Anda, anda, pásate sin más, preséntate y dile que soy el primo que más la quiere.
Asistimos a la representación, nos reímos, aplaudimos a rabiar… y de pronto apareció Maribel Verdú con una pequeña tarta para Aitana, y los espectadores le cantamos el Cumpleaños Feliz.
Decidí entonces que no procedía pasar por su camerino. Al ser su cumpleaños, seguro que estaría de celebración con sus compañeros y que tendría planes después. Pero cuando salíamos y ya nos marchábamos, les comenté a mis compañeras la conversación con Enrique y entonces alguna de ellas me animó a volver.
Así que allí que nos plantamos. Saludamos a Aitana y, de paso, a Pablo Carbonell, que también estaba y se asomó al escuchar que yo nombraba a su hermano. Eso sí: lo de que Enrique es el primo que más la quiere lo tuve que decir cuando se distrajo Pablo…
Aitana, efectivamente, se iba a su fiesta de cumpleaños, y la pobre tuvo que aguantar un momentito a una pandilla de espontáneos saludándola y felicitándola. Y, a pesar de todo, estuvo amabilísima y simpática.
Como era evidente que tenía prisa, se libró de tener que soportar el kit completo del admirador pesado: conversación tópica, autógrafos, “preséntanos a tus compañeros de reparto” y todo eso… Lo dejamos reducido a una felicitación y una foto. Así que aquí está la actriz con el friki que se coló en su camerino esa noche y con Nuria, Toñi y Silvia, las secuaces que le acompañaban.
(La primera fotografía está obtenida de la galería Creative Commons de Flickr. De la segunda no sé la autoría, pero es la misma que me regaló en su día dedicada. Y la nuestra nos la hizo Papin Lucadamo, el esposo de Aitana).
... Y Aitana
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12 comentarios:
O sea, "molestas" a Enrique que está en Brasil, ¿y no eres capaz de entrar al camerino de su prima que lo tienes ahí delante??? Aich Carlos, cómo sois los tímidos ;-)
A mí Aitana es una actriz que me parece fantástica. Por los papeles que ha sabido elegir, por sus actuaciones tan naturales y personales, por ese aura de felicidad perpetua que parece rodearla y que te hace sonreír sólo con mirarla. Es para más inri una mujer bellísima, y yo también aprecio su discreción en su vida personal. No me gustan los famosos como los entendemos ahora.
No me acordaba que Pablo y ella eran primos.
¿Dónde pondrás la foto??
Besooooooo
Aitana Sánchez Gijón ainssss...
Yo lo entiendo. Pero es que ni me atrevería a hablar de nada que no fuesen tópicos salvo que el admirado/a rompiese el hielo, aunque supongo que me pasaría lo mismo con cualquier persona que apenas conozco realmente.
Impacientes Saludos.
Yo no soy tímida, pero tengo que reconocer que me daba un poco de palo entrar en el camerino de Aitana, pero como parecía que te hacía ilusión entrar a saludarla, dejamos el corte a un lado, y pa dentro. Aunque una vez allí, tu como Juan Palomo: "yo me lo guiso y yo me lo como", no necesitaste nuestra ayuda para superar la timidez, la habías dejado en la puerta. Estoy convencida que aunque parezco tan lanzada, si tengo que ir sola al camerino de alguien a quien admiro, como tú a Aitana, creo que no hubiera podido abrir la boca. Un besazo campeón.
Así somos los tímidos, Tortu. Y que firmo tu comentario sobre Aitana.
Es un cortazo la situación, Pablo, pero bueno, mereció la pena.
A mí sólo me faltó tartamudear, Sil. Esto para otro será una tontería sin importancia, pero para mí fue de una audacia que todavía me sorprende... De todas formas, qué duro esto de ser famoso y que se te presenten cuatro individuos en tu camerino diciendo que conocen a tu primo y que van a felicitarte por tu actuación y por tu cumple, y que se hacen una foto contigo... qué cruz. Y encima Aitana estuvo amable con nosotros, sin perder la sonrisa, y accedió a lo de la foto. Sí que es maja esta chica.
si que es maja esta chica.....
se te ve el plumero mamonazo.
Más cosas sobre Aitana: ha tenido a sus dos hijos en el hospital Acuario, en Beniarbeig, lugar al que fue expresamente para tener sendos partos absolutamente naturales y respetados, no medicalizados. Ambas hemos tenido que buscarnos la vida para poder dar a nuestros hijos un nacimiento digno y respetado.
Hola, Proida, bienvenida.
Sí, sabía que Aitana para tener a Teo optó por parto natural, no tenía constancia en el caso de Bruna, pero ya veo que por lo que dices también.
Si te interesas, por lo que veo en tu blog, por el parto no medicalizado y por educación no escolarizada, quizá conozcas a mi amiga Nuria Aragón ("Helen" o "Sibila").
Es buscándola a ella (a Nuria) que llegué a tu blog. No la conozco personalmente aunque sí de haberla visto en algún documental sobre homeschool, a ella y a sus niños.
He estado leyendo algún texto suyo donde explica cómo ha construído su casa y sobre cómo viven ella y sus hijos. Parece una bella persona.
Sobre Aitana: será casualidad que en la zona donde está Acuario, el hospital, hay una sierra que se llama Sierra de Aitana?
Uff, qué carambola entonces.
Sí es una bella persona Nuria, sí.
Lo de Aitana no sé si es casualidad o lo habrá buscado ella. Aitana de hecho no es un nombre propio frecuente, sino que originariamente es el nombre de esa sierra. Creo que esas montañas fueron lo último que vio Rafael Alberti antes de marcharse al exilio desde España. Y cuando tuvo una hija fuera del país, la llamó así, Aitana Alberti. Años después, Ángel Sánchez-Gijón, que creo también estaba en Roma y casado con una italiana, decidió ponerle es mismo nombre a su hija, Aitana Sánchez Gijón de Angelis, y que R. Alberti fuera el padrino. Alberti, que ya había dedicado un poema("Aitana, niña nueva") a su hija, le dedica otro a esta nueva Aitana ("Aitana, estrella naciente / hispanoitaliana..."). Un poema precioso que, entre otras cosas, dice (no olvidemos que en el exilio): "Nuestro triste hoy, será luz mañana / Aitana".
¡Hola!
Bueno, no sé si leerás esto pero te avisaré por el facebook de que tienes un comentario en tu blog jeje.
Decirte que soy fan de Aitana Sánchez-Gijón desde hace muy poquito tiempo y la mayoría de las cosas que dices en esta entrada las conozco, aunque algunas no jeje ¡¡Y me ha encantado saberlas!! La verdad, fui a ver la obra al Alcázar, era mi primer viaje a Madrid y mi primera vez que vería a Aitana en persona, estaba muy emocionada, porque es mi actriz preferida y la aprecio muchísimo. Cuando la vi, buf, no sabía qué decir, me quedé si palabras y solo pude remitirme a decir que me firmara un autógrafo y hacerme una foto con ella, que todavía no he publicado -ni creo que publique- porque es como un tesoro que guardo entre mis sueños hechos realidad.
Mi enhorabuena por saber tanto de Aitana y espero saber más de ella :D. Por lo que he entendido en el artículo, ¿tienes el mail de ella? Ostras, ¿sería mucho pedir que me lo pasaras? Si entras en mi blog está mi dirección de correo electrónico.
Muchas gracias y perdona por la extensión del comentario... hasta pronto.
MªCarmen.
Hola, M. Carmen. Me alegro de que lo pasaras bien en el Teatro Alcázar. Publica la foto al menos en Facebook, anda y que la veamos en la página que has creado sobre Aitana; ya que yo no he tenido pudor y he publicado la mía... No tengo el correo de Aitana, el contacto que pretendía era a través de su primo, pero al final nos presentamos allí sin más. Pero si quieres escribirla, te sugiero que se lo envíes al propio Teatro Alcázar antes de que termine con las representaciones de esta obra.
me encanta tu nombre es original y muy elegante por eso decidi ponerselo a mi hija.
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