Matilde y Lincoln

Aunque es sabido que soy gatero confeso, después de la muerte de Nico no quería tener por ahora otro gato en casa.

Pero mi amiga V. se tenía que marchar durante unos meses a Londres por motivos de trabajo y me pidió que, si podía, me quedara con uno de sus dos felinos. Le contesté que no me venía muy bien y que seguramente a sus gatos tampoco, por la vida caótica y dispersa que llevo. Pero que, si finalmente no encontraba otra opción, en ese caso me dejase a ambos. En realidad, da lo mismo uno que dos, y me parecía un poco cruel tener que separarlos después de tanto tiempo conviviendo. Ya que tenían que adaptarse a un lugar extraño y dejar de ver a V. unos meses, al menos que se hicieran mutua compañía.

Así que les presento a mis compañeros temporales de piso. El sr. Lincoln es, obviamente, el de la barba blanca. Y Dña. Matilde es la negrita.

V. se presentó en casa con los dos gatos, con todo el equipaje de éstos y con un cargamento de cálidos regalos para mí -velas, vinos, infusiones...- que, sin embargo, me gustan mucho más cuando los compartimos. Me colgó por ahí una frase muy apropiada para mi momento vital: "La hora más sombría nunca dura más de sesenta minutos". Cuando se marchó, me dijo que, como eran pocos meses, como ella vendría alguna vez y como yo también iré por Londres en breve, no nos iba a dar tiempo a echarla de menos... Menospreciaba mi velocidad.

Me alegro mucho de que estos dos revoltosos estén por aquí. Me lo paso bien con sus reacciones y sus trastadas. Ha sido un total acierto no separarlos, porque creo que Lincoln lo hubiera pasado peor en el cambio. Al final, seguro que me dará penilla cuando se marchen. Tendré que ir más a verlos.

A Matilde la conozco desde pequeñaja. Es completamente negra, como casi todos los gatos que he tenido –Set, Suski, Nico…-: a veces pienso que siempre tengo el mismo gato en mi vida. Es atrevida y enseguida curioseó en cada rincón de la casa. Muy inquieta, no para. Y tremendamente cariñosa conmigo: en cuanto me siento o me tumbo, ya la tengo encima.

Lincoln es un gato muy especial. Casi es de doble tamaño que su inseparable Matilde. Tiene mucho pelo (si fuera una oveja de lana, sólo con lo que suelta diariamente podría hacer un buen negocio a espaldas de V.). Es mucho más miedosillo que su compañera: mientras Matilde exploraba el nuevo territorio sin temor, él se estrenó escondiéndose en el recoveco más remoto. A pesar de vivir en un minipiso, durante algunos días me descubrió escondites que no intuía ni que pudieran existir. Le costó ir ganando confianza, pero ahora ya está en su salsa. Va siempre más a su bola, pero cuando quiere que le hagas caso, se acerca a ti muy zalamero y es un auténtico encanto de animalillo.

Un par de días grabé a ratillos algunas de las andanzas de Lincoln y Matilde por la casa y le envié el video a V., para que tuviera un pequeño recuerdo de sus gatos y, de paso, no estuviera preocupada y comprobara que están adaptados a su nuevo hábitat.

Carlitos C., después de ver las imágenes, me dijo que ya no era yo quien dejaba a los gatos vivir en mi casa. Que, a estas alturas, claramente eran los gatos los que me permitían vivir en la suya.

10 comentarios:

D'artagnan dijo...

Que lindo video, que linda la música y que lindo el final!!!!

Anónimo dijo...

esta gato se tenía que haber llamado ferenczi

maría dijo...

Con este video tan tierno, vas a hacer llorar a V.

La verdad, que se le ve totalmente adaptados a su nuevo hogar, sin duda, sólo hay que verlos.

Coincido con D'artagman, el final y la música genial.

Se fuerte porque cuando se vayan, tú también los vas a echar de menos...

Beso grande.

Carlos J. Galán dijo...

Hola, D'Artagnan. Me gusta mucho esta canción interpretada por Nina Simone. Lincoln y Matilde están encantadores y la escena final cuando se ponen cariñosos, es tierna y graciosa.

Jajajaja, anónimo, ya te vale.

Yo creo, María, que V. ya debió de llorar cuando lo recibió en su día. Les echaba de menos y recibir este mini video fue una sorpresa que no esperaba.

PEGASA dijo...

Carlitooossss !!!. Recibí tu mail con tu el enlace de la última entrevista que te hicieron.
La he subido a mi perfil en FB, creo que a mi me darás autorización...jejee.

Besitos aunque para mi siempre serás mi Carlitos, nota discordante.

Fernando Solera dijo...

Los gatos son la leche, Carlos. Mi mujer es una enamorada de ellos y, quién sabe, a lo mejor me convence un día y tenemos uno. En El Tiemblo 'adoptamos' unos cuantos hace un año, a los que dábamos de comer a diario. Son divertidísimos, como hemos podido disfrutar en el vídeo que has tenido la gentileza de colgar para que conozcamos a tus nuevos caseros ;-)

Como veo que disfrutas tanto con los gatos, aquí te dejo otro vídeo maravilloso de los muchos que hay en la red. Un abrazo, Carlos.

Vídeo tronchante de unos gatitos

Carlos J. Galán dijo...

Muchas gracias, Pegasa, por las felicitaciones y por la difusión de la entrevista de violencia de género del post anterior. Bss.

El gato es un animal ciertamente singular, Fernando. Posiblemente el animal más literario o que más ha llamado la atención de los escritores.
Me he reido con los pequeñajos del video que nos mandas.
Un abrazo.

Rb dijo...

Hola Carlos, se me han puesto los pelos de punta y los ojos, porqué no decirlo,llorosos. Que sensación. Espero que recibas el mismo cariño de ellos.

Un abrazo. Rb.

Carlos J. Galán dijo...

Pues sí, Rb, la verdad es que son muy cariñosos. Un abrazo.

TortugaBoba dijo...

¡El vídeo es fantástico! Los gatos son para enamorarse de ellos, y se les ve felices en tu casa. Yo me acabo de mudar y hasta después de Navidad no puedo traerme a mi perra y a Maus a casa (Minnie se fue, tristemente, al otro mundo en verano, aunque tenía 17 años ya la tía). No veas cómo echo de menos tener a mis bichos conmigo. Estoy deseando que pase ya Papá Noël con su trineo y tener a mis mascotas aquí. Besooooooooo