Cien años de la abuela Elisa (III). Reportaje en Diario de Ávila

Reportaje publicado en Diario de Ávila, 08.05.11


ELISA DEL POZO CUMPLE 100 AÑOS

Nacida en Pajares de Adaja y residente en Ávila, celebró tan singular aniversario rodeada de sus hijas, nietos y bisnietos.

Juan Ruiz-Ayúcar | Ávila

La abulense Elisa del Pozo Jorge cumplió el pasado Domingo de Ramos cien años de edad, en plenitud de facultades y disfrutando de la vida que le alegran sus muchos descendientes. Uno de sus nietos, Carlos Javier Galán, hace de portavoz familiar para relatar y repasar el siglo, en números redondos, vivido por su abuela y celebrado de forma muy especial.

Así sabemos que Elisa vive en un piso de Ávila contiguo al de una de sus hijas y goza de buen estado de salud, que le permite cocinar y pasear por la calle, manteniendo una excelente memoria que le convierte en testigo privilegiada de todo un siglo. Adaptada a los muchos cambios sociales que ha ido viviendo, no renuncia a los avances tecnológicos, como revela Carlos Javier: "Claro que tengo teléfono móvil -presume Elisa-, de los primeros que salieron".

Tuvo cuatro hijas: Elisa, Teresa, Ángela (cuyo fallecimiento este pasado año supuso un duro trago para ella) y María Soledad, y cuenta en la actualidad con catorce nietos y seis bisnietos, "y muy orgullosa de todos", asegura.

Hijas y nietos, junto a su yerno Alfonso y los nietos políticos, se juntaron ese domingo tan especial en un restaurante de la capital abulense para acompañar a Elisa y festejar su 100 cumpleaños. Entre los regalos que le hicieron, hubo uno muy especial, ya que su familia había encargado a una empresa especializada, y bajo la dirección de la periodista Virginia Fermoselle, un audiovisual con imágenes familiares y con los recuerdos de su abuela, contados por ella misma. Durante la fiesta organizada, proyectaron un resumen de este documento que, según Carlos Javier, "en realidad es más un regalo para todos nosotros que para ella". Y quizás sea así, porque Elisa sigue diciendo que su mayor regalo es reunirlos a todos y pasar el día rodeada de los suyos. 

La homenajeada nació el 17 de abril de 1911 en Pajares de Adaja, pasando su infancia en los parajes de la Moraña. "Cuando era niña iba allí a la escuela -recuerda- y después de la clase dábamos la vuelta al edificio cantando los cabos, las provincias...". Ya de pequeña llamaba la atención por su agudeza, hasta el punto de que una de sus maestras, doña Consuelo, le aseguró afectuosa al marcharse del pueblo: "siento irme, porque, aunque ahora no lo creas, he aprendido más yo de ti que tú de mí".

De su juventud recuerda que la diversión más usual era el baile -"en cuanto oíamos tocar la música, ya nos poníamos como locas"- y las fiestas que se organizaban, excepto en la Cuaresma, "que como no había baile, nos íbamos de paseo los chicos y las chicas".

Se casó Elisa a los veintitrés años con Heliodoro Gutiérrez Úbeda, natural de Riofrío, al que conoció mientras trabajaba en una obra pública en su pueblo. De Pajares marcharon a Colmenar Viejo y luego a Madrid, donde su esposo trabajó en un taller mecánico.

Luego llegarían a Ávila. Heliodoro trabajó de taxista antes de convertirse en funcionario del Ministerio de Agricultura, como encargado de las instalaciones de Fomento Pecuario en San Nicolás, "donde estrenamos la casa y todavía pasó un tiempo hasta que trajeron el ganado".

Cumplidos cien años, Elisa del Pozo ha recibido la felicitación del alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, del alcalde Pajares de Adaja, Jesús Caro, que le obsequió el libro de la historia de su pueblo natal, y del diputado nacional Ángel Acebes, originario de la misma localidad y cuya familia mantiene larga amistad con la homenajeada.

También conoció a Adolfo Suárez, cuando pasaba a saludar a sus amigos de Fomento Pecuario: "Adolfo era muy majo, un hombre muy querido de toda Ávila". Y también tuvo trato y compartió vecindad con Sonsoles Espinosa: "Eso fue en la calle Eduardo Marquina, allí vivía la señora Josefa, la abuela de la mujer de Zapatero".

1 comentarios:

Carlos J. Galán dijo...

Lo que iba a ser un reportaje periodístico de felicitación por su aniversario se acabó convirtiendo, por puro azar de la fecha, en un homenaje de despedida.
Simpáticos sus recuerdos de infancia y juventud.
Asombrosa su capacidad de adaptación a los cambios sociales.
Y muy curioso el testimonio sobre personas públicas a las que conoció la abuela centenaria: quién le iba a decir a ella que ese jovencito tan majo que iba a las instalaciones de Fomento Pecuario -de las que mi abuelo era encargado-, un tal Adolfo Suárez, acabaría siendo el Presidente del Gobierno que pilotaría la transición del franquismo a la democracia. Y quién le iba a predecir el futuro de sus dos jóvenes vecinos en la misma calle abulense de Eduardo Marquina con los que se llevaba tan bien: Angelito Acebes -el hijo de Ángel el que trabajó en la compañía eléctrica- y Sonsoles Espinosa -la nieta de la señora Josefa la del estanco-. Así de pequeña es Ávila.