Dos grandes actores y un texto flojo


Dos enfermos comparten habitación en una clínica. El médico les anuncia que les queda un corto plazo de vida y ambos toman la decisión de fugarse y emprender una escapada: quieren aprovechar sus últimos días, fuera de las cuatro paredes del centro hospitalario.

El punto de partida de Dos menos, obra teatral escrita por el francés Samuel Benchetrit es, por tanto, sugestivo… Pero el desarrollo posterior me resultó decepcionante. La trama podría plantear reflexión sobre la vida, o podría abordarse desde la ternura, o incluso desde el humor negro… De todo ello hay algunas pinceladas, pero el resultado queda tremendamente superficial, mal resuelto y desaprovechado, para mi gusto. Obviamente no soy crítico teatral, sólo espectador de a pie. Y como espectador no me sentí interesado, ni conmovido, y–salvo momentos muy concretos- tampoco me divertí. No sé si el texto original es así de endeble o si no se ha hecho una buena adaptación del mismo a nuestra particular idiosincrasia.

La obra se había representado con éxito en Francia hace tres años. El año pasado, dos grandes de la interpretación, Héctor Alterio y José Sacristán, se juntaron por vez primera en un escenario para representarla, también con muy buena acogida, en Buenos Aires. Cuando estuve allí en diciembre, había terminado la temporada teatral y no pude verla. Mi hermana ya me aseguró que no me perdía gran cosa, pero hace algunas semanas unos amigos, César y Teresa, me invitaron al Teatro Fernán Gómez de Madrid y… pude confirmar que mi hermana tenía toda la razón.

No hace mucho comentaba aquí que Aitana Sánchez-Gijón y Maribel Verdú habían estado buscando el texto adecuado para coincidir en escena y lo habían conseguido con Un dios salvaje. Es una pena que Alterio y Sacristán no hayan encontrado algo más acorde con su indiscutible calidad interpretativa. Precisamente si la obra no naufraga del todo es por ellos. De El Cid decían Dios qué buen vasallo, si oviera buen señor; pues eso: qué pedazo de actores si representaran un texto a la altura de su talento.

7 comentarios:

TortugaBoba dijo...

No me he leído el principio del texto porque me destripas la historia, lo he leído en diagonal (sorry). No conocía la existencia de esta obra, pero desde luego que dos actores como Sacristán y Alterio salgan mal parados...el texto tiene que ser muy muy flojos. Todavía recuerdo el "yo Claudio" de Héctor Alterio. Un monólogo de 2 horas y pico, tiempo en el que estuve con la boca abierta y la respiración contenida. Daba pudor interrumpir tanto talento con un respiro. Una maravilla.
Bso.

Anónimo dijo...

No te preocupes, Tortu, que no destripo la obra. Sólo cuento el punto de partida de la misma, que eso viene en el programa de mano, en los reportajes de prensa, etc. Pero lo importante de la obra se supone que no es el punto de partida, sino todo lo que pasa a continuación. O debería serlo. Lo de que el texto sea flojo, a mí me lo parece, y a mi hermana, y a mi amigo César y a algunos otros blogueros por lo que he visto... Pero también he leido comentarios entusiastas y críticas buenas, así que, como casi todo, es subjetivo. A mí personalmente me decepcionó,quizá porque esperaba más. Y claro, me citas ahora el Yo, Claudio, y claro no hay ni posibilidad de comparar ambos textos, no hay color... Son dos actores inmensos, a los que sólo escuchar hablar ya es una gozada. Beso.

gemmacan dijo...

Es una pena, porque todo apuntaba bien. Una pena que resulte algo decepcionante. Y desde luego, estoy contigo, en que con Sacristán y Alterio, se puede hacer algo muy grande.
No he leído nada de la crítica ¿qué opinan los demás? ¿están contigo?
Voy a buscar algo al respcto por ahí.

Un beso, Carlos!


Por cierto ¿cómo fue por Bcn?

Mª Rosa Rodríguez Palomar dijo...

Carlos, creo que eres uno de los más apropiados para recibir el premio que te he dejado en mi blog. Espero que lo aceptes.

Besos

Anónimo dijo...

Inga, he visto algunos comentarios sobre la obra de los típicos que no la han visto y que tiran de copiar el programa de mano, pocas críticas negativas y algunos comentarios positivos aunque reconociendo que en algunos momentos la obra es floja. A mí me pareció que fueron más que algunos momentos. Y creo que hay cierto miedo reverencial a criticar cuando son actores como estos, pero yo diferencio una cosa de la otra. Un beso.

Mil gracias, Shiki, por el reconocimiento. Ya paso a darte las gracias y lo reflejaré por aquí en cuanto tenga un ratillo libre. Un beso.

ana dijo...

Les agradezco la ponderación al compatriota.
Lo conocì mucho en los setenta.Un amigo mìo era presidente del teatro de la Sociedad Hebraica en donde ellos desplegaron interpretaciones inolvidables.
Me refiero a ellos o sea a la generaciòn más importante de grandes actores argentinos.
La obra la vi ,totalmente de acuerdo con el comentario.Incluso la actuaciòn de Alterio me resultò -como a desgano-.
Este actor es notable cuando algo personalmente no le llega .Siempre se las arregla para no trasmitirlo.Pareciera que los textos los repite de memoria pura.En cambio cuando el texto està a su altura o encarna personajes que él repudia de corazòn SUS ACTUACIONES SON INOLVIDABLES.

Carlos J. Galán dijo...

Completamente de acuerdo, Ana, en que Alterio da una cierta sensación de "desgana" y aun así asoman sus dotes interpretativas. Cuando encuentra papeles a su altura, efectivamente es inolvidable.