Blog Action Day: contra la pobreza

"Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, si que tenemos al menos, el derecho de imaginar cómo queremos que sea. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? (...). Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible: (...) La gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar (...); se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás (...); los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas (...); los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas (...); el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza (...); la comida no será una mercancía (...); nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión (...); los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle (...); la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla (...); la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda."
 - Eduardo Galeano. El derecho al delirio, de su libro Patas arriba. La escuela del mundo al revés -

Este año, el Blog Action Day, una iniciativa sin ánimo de lucro que pretende unir a miles de blogueros en un debate común, nos propone reflexionar sobre la pobreza.

Poco puedo yo aportar a este debate: apenas un recordatorio de datos conocidos pero que cada día deberían interpelarnos y hacernos reaccionar.

Hemos construido un mundo donde la espectacular riqueza de una pequeña parte contrasta fuertemente con una realidad dramática, a la que no queremos mirar. Según Pobreza Cero, 800 millones de personas no tienen acceso a la comida suficiente para alimentarse. 1.100 millones de personas sobreviven en el mundo actual, en pleno siglo XXI, con menos de un dólar diario. 1.200 millones de personas ni siquiera tienen acceso al agua potable. 10 millones de niños mueren antes de cumplir los cinco años por causas que hoy son perfectamente evitables. Y quienes representamos el 10 % de la población mundial consumimos el 70 % de los recursos mundiales.Durante años, nos han presentado la pobreza como si fuera un problema inevitable, como si hubiera unos países donde se da la pobreza como se da un determinado clima o una concreta vegetación. Pero la pobreza es un problema fundamentalmente político. Tiene unas causas estructurales, obedece a un modelo económico, comercial, de consumo... que es profundamente injusto, además de antiecológico.Nuestra generación podría acabar con la pobreza si existiera voluntad política para ello. Somos capaces de levantar construcciones espectaculares, de organizar multimillonarios eventos, de gastar miles de millones en guerras, de avanzar en la investigación de todo tipo, de desarrollar tecnologías impresionantes, de explorar el espacio exterior... Y lo hacemos. También somos capaces de acabar con la pobreza en el mundo. Pero no lo hacemos. Los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio planteados por las Naciones Unidas -ya de por sí modestos y sólo un primer paso- quedarán muy lejos de cumplirse en 2015. Algo tendríamos que decir, ¿no?

20 comentarios:

AleMamá dijo...

Muchas veces son las propias políticas de ¿gobierno? las que evitan que lleguen los bienes donde se necesitan.
¿Te acuerdas de Bangladesh y sus hambrunas horrorosas? bueno, coincidió con unos años espectaculares de buenas cosechas. El problema es lo que te digo. Y en Mianmar lo mismo. La ayuda humanitaria por las calamidades naturales no se aceptaban....y en Sudán, y en la misma China, que con el último gran terremoto aceptó ayuda humanitaria....
¡Fiú! cuántas aristas que ponemos los mismos humanos, pues Dios ha colocado sobreabundantemente los bienes es su naturaleza.

Saludos, te leo aunque no venga cada vez

Carlos J. Galán dijo...

Hola, Alemamá, encantado de tenerte por aquí. Es cierto que los gobiernos muchas veces ponen trabas para la llegada de ayuda para el desarrollo o incluso de ayuda humanitaria en casos de catástrofes. Y eso cuando no se produce corrupción en torno a tales ayudas. Con todo, hay que seguir apostando por el trabajo que muchas organizaciones serias realizan, porque a veces es mejor correr ciertos riesgos que dejar que muera la gente.
No obstante, más allá de la ayuda humanitaria, yo creo que hay que cuestionarse el propio modelo. Si tenemos un modelo político y económico que condena a dos tercios de la humanidad a la miseria, digamos que perfecto no es, como poco algo está fallando.

Anónimo dijo...

El viernes, a las 18:30 en Cibeles, recordaremos a los que dan 30.000 millones de euros a los banqueros españoles que acabar con el hambre extrema en el mundo costaría tan sólo 19.000 millones de dólares.

Dichosos los que estáis al lado de los explotados.
Apocalipsis Hispánico 2, 11

PEGASA dijo...

Vaya, es que no hay unión y como bien dices Carlos son custiones políticas, ya que en los paises pobres también generalmente hay una dictadura. En la que mangonean todo lo que pueden y reparten lo que les da la gana. Lo único que es verdad que llega el 100% es lo que reparten las ONG o colectivos de personas que se dedican a estos fines. Es una pena, pero es la realidad pero no olvidemos que en nuestras propias provincias está emergiendo una pobreza que se esconde detrás del amparo de la miradas de la ciudadania que pretende no verlas, por no sentirse culpable de no ayudar a su vecino.

Anónimo dijo...

Bueno, tú ya estás diciendo algo...
Enhorabuena por ello.


Encantada de saludarte.

Anónimo dijo...

Todas las pequeñas acciones, para combatir la pobreza, me suenan hoy como poner una escayola en una pierna de madera ..
Será que he me vuelto demasiado pesimista? Sin que los Grandes no tengan una razón (interés) apremiante para resolver el problema …..

Anónimo dijo...

Carlos D. (Darwin) decía que las especies evolucionaban en cientos o miles de años; la humana, en su evolución, lleva unas pocas decadas pudiendo encarar el problema de la pobreza y propones que lo solucione ya, con grandeza de miras, sin egoismos.....sin numerosos ensayo-error
Carlos J. me parece que mirar tanto a la utopia te ha hecho evolucionar mas de lo que Carlos D.imaginó; ir por delante tiene el riesgo que no te oigan, quieran escuchar, o incluso no reconozcan la voz humana evolucionada los de tu especie. ¡la evolucion tiene esas cosas!. Los humanos, ya sabes, somos mas chalados, chafarderos.A unos la utopia nos gusta pero nos da miedo, a otros solo les da miedo y otros -los menos-, dormis con ella.Demasiadas emociones y diversas para armonizar hacia un objetivo. Con mucho cariño siempre.

Anónimo dijo...

Alberto, en las actuales circunstancias, con todos los gobiernos movilizados para salvar a la banca de las consecuencias de sus propios errores y abusos, todo resulta más obsceno. No mueven el culo igual -cumbres, reuniones, comparecencias, medidas, etc- no ya ante la pobreza permanente, sino ni tan siquiera ante catástrofes puntuales que se llevan millares de vidas por delante. Están claras sus prioridades y está claro quiénes mandan de verdad, los poderes económicos por encima de los poderes políticos.

Pegasa, por aquello de que al perro flaco todo se le vuelven pulgas, hay muchos países empobrecidos que, además, soportan clases dirigentes tiránicas y corruptas. Pero no creo que siempre haya relación causa-efecto. El problema está en el sistema económico a nivel internacional.

Gracias, Only, un placer verte por aquí. Los de a pie sólo tenemos un arma: la palabra. Seguramente no sirve de mucho, pero pienso seguir utilizándola.

Tienes buena parte de razón, Sandel, porque harían falta acciones de envergadura, decisiones políticas. Lo demás no es como escayolar una pierna de madera (inútil) sino como gotas en el océano (acciones pequeñas en comparación con el problema), pero es lo único que está en nuestras manos. Yo en esto creo que hay que hacer algo parecido a lo que dicen los ecologistas -pensar en global, actuar en local-, contribuir en la pequeña medida de nuestras posibilidades, pero, sobre todo, no dejar nunca de preguntar. Si ves el post de la cena con Antonio Ruiz Vega, ahí lo digo: dar un pedazo de pan pero sobre todo no dejar de interrogarnos en voz alta porque no tiene pan.

Bárbara dijo...

yo no sé lo que habría que hacer, ya no sé si el comunismo, el socialismo, el estado del bineestar o qué, pero lo que es un aberración (evitable a todas luces) es este reparto injusto de la riqueza que provoca que haya gente que pase hambre. No hay más que ir a África para avergonzarse de ser humano...
Besos

Anónimo dijo...

Ferenczi, cuantas ideas sugestivas... Darse cuenta de estas cosas no debería ser un estado de evolución superior, ni siquiera mental, debería ser algo elemental, no son cosas complicadas de ver -salvo que miremos para otro lado- aunque quizá sí de diagnosticar. La especie humana lleva unas cuantas décadas provocando el problema de la pobreza, no es un problema que estaba ahí -como las enfermedades o qué se yo-, es fruto de cómo nos comportamos y cómo nos organizamos. Y es el problema MÁS importante, con diferencia: el hecho de haber construido un modelo en el que un tercio vive en la opulencia al precio de que dos tercios vivan en la miseria, cuando hay recursos para que no sea así. A unos nos invitan a ir cambiando el DVD (que compramos hace bien poco para sustituir al VHS) por un Blueray (creo que se llama así), necesidad que nadie tiene, que se va a generar artificialmente por motivos económicos, mientras otros no tienen agua potable... Da que pensar. Un abrazo.

O a buena parte de América, o de Asia, Bárbara... Creo que las fórmulas ensayadas no han servido. Como decía Delibes en la época de la guerra fría, el mismo hombre que había llegado a la luna resulta que luego, en los modelos políticos y económicos, no era capaz de salir de una ardua disyuntiva entre la explotación del hombre por el hombre o la anulación del individuo por el Estado. Y ahora, desaparecido uno de los bloques, me temo que ya sólo estamos en la primera opción. Yo siempre pienso que, ante lo que parece fuera de nuestro alcance, cada uno tiene que comportarse sólo como qué pasaría si de él dependiera, o sea, comportarse de tal manera que si todo el mundo hiciera lo mismo el problema no existiría, o se solucionaría, o iría mejor... No podemos hacer gran cosa, pero al menos ser conscientes, alzar la voz y no ser cómplices pasivos. Un besote.

Anónimo dijo...

Mientras sigamos permitiendo que el 5% de la población mundial posea el 95% de la riqueza del planeta, no habrá nada que hacer. Por cierto, ahora quieren quedarse con un porcentaje todavía mayor. En eso consiste la actual crisis.

Anónimo dijo...

Estoy contigo, Fernando. Todo esto resulta aún mucho más obsceno en las actuales circunstancias, cuando se observa el tremendo interés que todos los políticos están poniendo en salvar a los poderes económico-financieros de las consecuencias de sus propios abusos y se compara con el escasísimo interés que ponen en salvar a millones de seres humanos del empobrecimiento crónico que el sistema les provoca. ¿Que hay dos tercios del planeta en la miseria? Bueno, ya lo iremos viendo, sin prisas. Cada día mueren miles, pero ya tocará tratar el tema en alguna cumbre más adelante. ¿Qué hay bancos en riesgo por sus propios actos? Entonces varias cumbres, varias reuniones, intervenciones parlamentarias... Y todos los gobiernos corriendo a inyectarles miles de millones de euros, sin garantías suficientes de que eso beneficie a la población siquiera indirectamente, y sin pedir ninguna responsabilidad previa de la gestión que les llevó a esto.

Anónimo dijo...

Aquel día, aunque no quería,le dijo al niño que no le daría mas dinero para comida, y eso que era su vecino, pero estaba harto de ver cómo el dinero se lo daba a su padre y éste luego se lo bebía.
Simplemente era un vecino que vivía a unos metros de él, pero podía controlar donde iba el dinero.

Anónimo dijo...

En el caso que me ocupa, creo que malgastamos nosotros mucho más que ellos. Y en todo caso, no haría falta darles limosna si cambiásemos el modelo de forma que permitiera un desarrollo más sostenible de todos en vez de un desarrollo consumista de unos a costa del subdesarrollo de los otros.

TortugaBoba dijo...

Llego con retraso y con retraso daré mi opinión en mi blog con más detalle por experiencia. Sólo decir que hay pobres y ricos porque así lo quieren todos: la ONU incluida. Es triste pero es así. Los países ricos viven una espiral de competitivada tal, que no se conformarían con ser países "medios". Hay que joderse.
La culpa, evidentemente la tenemos todos. Y fíjate que a lo mejor digo una barbaridad, pero estos días en que se ha hablado tanto de crisis y de que si nos íbamos a quedar sin un duro (tipo corralito), yo pensaba que no nos vendría nada mal como baño de humildad, y ver cómo lo pasan los más desprotegidos. Claro que tomaríamos conciencia los cuidadanos de a pie, los gobernantes que son quienes se reparten el pastel, ni se concienciarían ni nada, porque ellos no pasarían extrechez alguna.
Lo dicho: hay que joderse...
Beso.

Anónimo dijo...

Cierto, Tortu, si todos los países se incorporasen a nuestro modelo de desmedido consumo, de malgasto de recursos, de contaminación... el planeta se resentiría y las economías más desarrolladas también. No hay más que ver el impacto que tiene China y sólo ha asomado un poquito la nariz. Por eso quieren que siga habiendo países que aporten mano de obra baratita y con pocos derechos para poder deslocalizar y producir allí, y también potenciales consumidores.
Respecto al riesgo de caida del sistema financiero, lo comentaba en una cena un amigo, Carlitos C., el otro día. Me decía: "¿y qué? ¿tú tienes mucho dinero en el banco? Porque yo lo que tengo es una hipoteca, así que si se hunden que les den. Aquí nos pusieron las viviendas a precios hinchados que nos obligaron a hacer un sobreesfuerzo que no es razonable y nadie se ha preocupado, suben los precios una barbaridad y nadie se preocupa, crece el desempleo y nadie se preocupa... Así que si caen los bancos, que son una panda de ladrones, víctimas de sus propios errores, pues que les den. No sería ni mucho menos tan grave como nos lo quieren hacer ver, hay cosas más graves que nos afectan más y nos las hemos tragado". Y, limando un poco la boutade, tiene un fondo de razón.

JAVIER AKERMAN dijo...

Hola Carlos:
Dejando a un lado sistemas, colores y banderas se pueden desarrollar acciones individuales que pueden ser la argamasa de plataformas solidarias: "Acciones localesm para reacciones globales". No por vano fariseísmo pongo el ejemplo del "diezmo" personal en tu "círculo local": Un "tanto por ciento de derechos de autor"; ìdem implicando voluntariamente a cada paciente (en el caso de médicos o terapeutas), etc.
Un cordial saludo.

Carlos J. Galán dijo...

Bienvenido, Javier, un placer tenerte por aquí.
Decía un escritor (quizá Bernard Shaw) algo así como que no podemos no hacer nada por creer que no podemos hacerlo todo. Sí, estas pequeñas iniciativas como la que sugieres son las que marcan diferencias entre la complicidad, la pasividad y el compromiso. Con 24 años, el día que cobré mi primer sueldo, lo primero que hice fue comprometer una contribución económica con una organización que me merecía confianza y ahí sigo, aunque creo que eso no es suficiente. En todo caso, yo creo que el compromiso individual no puede quedarse en una mera limosna, tiene que ir unido siempre al cuestionamiento de las causas y a la exigencia constante y activa a los poderes públicos.

Anónimo dijo...

Me alegra sentirte con tanta ilusión pero siento envidia insana;
!anda,porfa.. pasame un poco¡ abre mi corazon, mi mente y dime... ¿porque me es tan dificil resolver mis conflictos personales en los que las claves, elementos,herramientas, etc.. conozco mas o menos y se circunscriben a mi? y si podemos -en breve- con el hambre en el mundo que se circunscribe a muuuchos con sus claves herramientas...etc. Invito a cena y cine por la respuesta. Con cariño y envidia

Anónimo dijo...

Bueno, Ferenczi tenemos que quedar a picar algo y a un cine, con independencia de que no hablemos del hambre en el mundo... Esta semana ando muy pillado pero la próxima nos damos toque si quieres.

Al final va a ser verdad lo que dice mi hermana, que para comunicarse conmigo lo mejor es dejar un comentario en el blog. Y Mario pronostica que, como se aprendan el truco, acabarán entrando los clientes: "Me ha gustado mucho ese post sobre la pobreza, pero ¿qué tal va mi asunto?".

Un abrazo