Salvar una vida

Miguel Ángel, al que llamamos Chacho, es un joven de mi pueblo, El Hoyo de Pinares. Aunque por edad no ha sido del círculo más estrecho de mis amigos, le conozco desde niño, siempre nos hemos tenido mutua simpatía, nos hemos llevado muy bien y le tengo un afecto sincero y especial a él y a toda su familia.

Miguel siempre ha sido una persona abierta, afectuosa, noble, ilusionada. Pero un buen día se cruzó en su camino la palabra cáncer. No es necesario que os aclare que, cuando supo de la existencia de metástasis y de lo avanzado de la enfermedad, la vida de este joven dio un inesperado y negro giro.

Llegó un momento en que él había tirado la toalla con resignación, aceptando que no había salida. Pero, según me dicen, hace apenas unas semanas, unos especialistas le han devuelto las esperanzas. En una prestigiosa clínica, un equipo médico le habla, tras estudiar detenidamente su caso, de un tratamiento novedoso y de un margen amplio de posibilidades de éxito.

El único obstáculo, aunque importante, es económico. Miguel no cuenta con el elevado importe que se necesita para ello y que además se precisa contrarreloj.

Por eso, en estas últimas semanas, sus amigos más cercanos se han movilizado y han protagonizado una auténtica conjura por la vida. Han removido cielo y tierra para ir recaudando fondos y que el dinero no sea un obstáculo para que Migue Chacho, su amigo, alguien a quien quieren, tenga la oportunidad de desafiar a la muerte y de vencer su enfermedad.

Han corrido la voz en internet, en los medios, entre la gente que conocen, en los establecimientos... El domingo pasado se celebró un partido de fútbol benéfico cuya recaudación íntegra fue para este fin. Se ha convocado una gymkhana infantil, se ha organizado un mercadillo... Y se ha abierto una cuenta bancaria para que quienes lo deseen ingresen su grano de arena.

Sé que todos están hartos de solicitudes, de mensajes, de cadenas pidiendo colaboraciones. Sé que la mayoría de los que lean esto ni siquiera conocen al afectado. Pero esta vez yo sí le conozco, le pongo cara y le pongo nombre, y si no lo reflejara aquí no me lo perdonaría.

Miguel tiene sólo 35 años. En 2005 se casó con su chica. Y tienen un niño que ha cumplido dos años.

Como decía hace poco alguien, podemos contribuir a que el final aún no escrito de esta historia sea "el protagonista muere” o, por el contrario, “vivieron felices y comieron perdices”. A mí, sin duda, también en la vida real me gusta mucho más este final feliz de los cuentos que nos contaban nuestras abuelas.

Ojalá que dentro de muchos años pueda seguir cruzándome en mi pueblo con él y saludarnos sonrientes como siempre. Una persona tan joven merece seguir teniendo sueños e ilusiones, poder ser feliz con su pareja, ver crecer a su hijo... Y que éstos también tengan la oportunidad de tenerle a su lado.

Donativos: cuenta Caja de Ávila 2094-0016-01-0016104656
 

(Fotografía: Un cop de mà, de José Téllez, de la galería Creative Commons de Flickr).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

bonjour :) désolée pour la traduction!Mais le coeur y est.Merci Babel Fish.


CÁNCER. Cuando a veces el desamparo afecta. Cuando repentinamente el sol vuelve de nuevo. Porqué es necesario que falto. El rayo que me haría bien. Estoy tanto en el sufrimiento. Que no veo nada alrededor. No incluso el silencio. No incluso señales de amor. El mal que lo afectó. Es un mal de nuestro siglo. No es necesario hacerse de ideas. No es necesario tomarse la cabeza. La gente quiere nunca. Dado su nombre “se dice”. Lo dejó. Consecuencias de enfermedad. El cáncer puesto que es él. Es una cosa que se edificio. Pero me pego también. Y será él o mí. poême de JIPI


amicalement Ingrid

marisol dijo...

Seguro que el cuento acaba con una buenas perdices, no puede ser de otra manera. Besos y ánimos para esa familia.

celtas dijo...

Carlos, aunque sigo tu blog, hasta ahora no había participado en los comentarios. La verdad es que esperaba que recogieras aquí, la historia que más a movido y unido a todos los hoyancos en los últimos tiempos. La respuesta de este pueblo ha sido tan grande, tan sincera,tan bonita, que todos nos hemos sentido grandes al poder apoyarle. Todos estamos con él y deseamos que se cure. Migue que es un gran luchador, ganará esta partida. Esta historia tendrá un un final feliz.

maria gemma dijo...

Hola Carlos,
a esto se le llama solidaridad y todo esfuerzo merece la pena, cuenta con mi granito de arena.

Mucho animo a Miguel y su familia.

Un abrazo

Carlos J. Galán dijo...

Merci, Ingrid, par ta visite au blog et par tes mots.

Yo espero que sí, Marisol, que acabe bien.

Gracias, Celtas. No podía dejar de reflejarlo aquí. Es verdad que ha sido un gesto muy hermoso de solidaridad y de afecto y que todo el pueblo se ha volcado. Sin duda Migue se lo merece y ojalá que tenga la suerte que todos deseamos.

Pues me alegro mucho, M. Gemma, de tu ayuda. Muchas gracias y ya verás como sirve para algo y con este empujón Miguel sale adelante.

Carlos J. Galán dijo...

No pudo ser del todo. Casi cuatro años "de prórroga", pero al final Miguel se ha ido ahora, al comenzar 2013. Qué dificil digerir una muerte así...